Jon ORMAZABAL
Pelota

El enorme abismo entre jugar con o contra Rezusta

Esta vez fue Elezkano el que lució ante el de Bergara, mientras que a Irribarria le costó terminar el tanto.

ELEZKANO-REZUSTA 22

IRRIBARRIA-MERINO 15


Las empresas quisieron escenificar desde el primer día el divorcio, estrictamente deportivo, de los dos campeones de la pasada edición, haciéndoles jugar en contra en el primer partido y a Iker Irribarria le tocó comprobar el gran abismo existente entre jugar con Beñat Rezusta como zaguero a hacerlo con el de Bergara como rival. No estaban siendo los resultados del guardaespaldas zurdo los mejores en las últimas fechas, pero con la llegada del Parejas volvió la versión mandona del vigente campeón, que incluso pegó un derechazo al siete que causó asombro entre los pelotazales, y esta vez fue Danel Elezkano, osado y acertado, el que pudo lucirse a su abrigo.

Y eso que el partido comenzó con un fallo muy poco habitual de Rezusta en media cancha, regalo que Irribarria devolvió enseguida, como gesto de gratitud por lo vivido hace un año, con una falta de saque. El choque comenzó equilibrado y disputado, con Merino II dispuesto a plantar batalla en la zaga y sin grandes diferencias enre unos y otros. la mayor fue la suerte y el primer hueco serio se abrió por culpa de la chapa, contra la que Iker Irribarria estrelló tres pelotazos que podían haberle otorgado otros tantos tantos en caso de haberlos ajustado un par de milímetros más arriba. Para el 7-3, el de Arama había regalado cuatro tantos –las tres chapas y la falta de saque– una situación que marcó, y mucho, el resto del desarrollo del partido.

Porque al campeón Manomanista de 2016 se le vio bien de chispa, cruzó buenos sotamanos, de esos con los que abre semejantes huecos, pero ese desengaño con la chismosa le llevó a perder la confianza en sus remates y le costó horrores cruzar los ganchos en las contadas oportunidades que tuvo.

Gran defensa

Ahí fue donde más notó que Rezusta esta vez no era compañeros, sino rival. Por un lado porque comprobó que este año no va a tener los huecos del pasado curso, cuando no era necesario ajustar tanto sus remates, y por otro, porque son muy pocos los zagueros que cubren tanta cancha como el de Bergara.

Crecido con un zaguero junto al que todos suben mucho sus prestaciones, Danel Elezkano también se gustó en defensa, llegando a desesperar por momentos a un Irribarria que no encontraba la falla en la pareja rival. Aunque al término del partido él no se encontraba a gusto del todo con su actuación en ataque, al de Zaratamo se le vio osado y acertado a la hora de finalizar y así, enseguida se escaparon en el marcador.

También David Merino fue acusando el peso del partido y el poder de Reusta, con lo que los colorados manejaron rentas muy importantes de 18-7, 19-9 y 21-12, con lo que su victoria nunca corrió peligro.

Eso sí, como ya sucediera en alguno de los partidos del fin de semana, los perdedores lograron maquillar algo su derrota. Irribarria encontró algo de hueco en el txoko y logró que su primer partido sin Rezusta fuera un poco menos duro.