Fede de los Ríos
JO PUNTUA

Entre el sueño y la vigilia

Pablo Iglesias, el de Podemos que no el difunto, nos pide que el asalto de los cielos se realice todos descalzos, de puntillas y con patucos para no despertar, sin querer, al fascio que, al parecer, estaba en un duermevela más duerme que vela.

Olvidémonos ya del tradicional aguillotinamiento del monarca como prolegómeno de la República burguesa o el pedagógico fusilamiento del zar prólogo de una República soviética como Dios manda; el equilibrio equidistante y cosmopolita nos viene a enseñar que los nacionalismos se retroalimentan entre sí y que el odio unilateral entre las clases quiebra el anhelado consenso, dificultando sobremanera la tan deseada transversalidad.

A juicio del líder morao, el fascismo no es ya una forma de dominación que el Capital despliega cuando ve peligrar su poder y control social, sino un ente autónomo de profundo sueño y malhumorado despertar, como el del dragón de San Jordi. Mejor nanas que La Internacional.

Así pues, declarar unilateralmente, aun por mayoría, la República catalana resulta ser un golpe de Estado mientras que aplicar un estado de excepción y mandar encarcelar al President y consellers del Govern Catalá, es restaurar la Democracia.

Lo ha dicho la Ministra de Defensa: «Se han convocado elecciones para que gane el constitucionalismo y la mayoría de los catalanes que quieren la unidad de Cataluña con el resto de España, como han querido siempre».

La ministra sabe el resultado y, esta vez, no en diferido sino en anticipado.

Artistas condenados por la ley amordazante, presos políticos sufriendo venganza, policías engorilados exigiendo sangre, un Estado corrupto en descomposición y unos beneficios patronales desorbitados fruto de unos salarios de mierda.

¿No será la izquierda española la bella durmiente del cuento desconocedora de que el príncipe solo era un sapo al que se comieron los enanos vigilantes?

Yo a Soraya la veo muy crecida.