Raimundo Fitero
DE REOJO

El rosco

No te comes un rosco; el roscón de reyes. En día de reflexión se conoce que sube el salario mínimo interprofesional. No es casualidad. Por cierto, ¿no es una anacronismo esto de que se prohíba en día de reflexión hacer propaganda electoral o publicar encuestas de intención de voto desde cuatro días antes? Bueno, hoy se vota. Hoy votan. Hoy, al acabar el día, se conocerán las burbujas y los espasmos electorales. Hoy es el día de menos luz del año. El más corto. La noche más larga. Y así será para muchos. O para casi todos. Mañana la salud decidirá.

Uno aprende mucho viendo la tele, especialmente si no se queda enganchado a los programas de intoxicación política. Por ejemplo, en Escocia, en un lugar remoto de sus costas, unos hermanos se dedican a hacer los quesos más exclusivos del mundo. Lo hacen con leche fresca, sin pasteurizar. Y sus vacas están cuidadas de un manera tan exclusiva que tiene cada una un box hecho de madera acolchada para que descansen más cómodas. No sé si alguien les canta nanas, pero las cuidan como se merecen. De sus ubres sale un producto que proporciona unos quesos que cuestan un potosí. Aprendimos que el cuajo sale del intestino de los terneritos.

Pero el rosco por antonomasia, el rosco más valioso de la tele es el de “Pasapalabra”, un concurso de larga duración en la parrilla de Tele 5 presentado por Christian Gálvez, y tras estar peleando ciento veintiséis programas se lo ha llevado el murciano Antonio Ruiz, un exmúsico de cuarenta y seis años que se dedica a pasear su gran memoria y sus capacidades por diversos concursos televisivos, pues ya estuvo en “Saber y ganar”, el concurso presentado por Jordi Hurtado, desde antes de que existiese la propia televisión. El rosco era de más de un millón de euros. Bien trabajado por el ganador.