La Ley de Policías impulsada por la consejera María José Beaumont fue devuelta al Gobieno el pasado 19 de octubre, al no contar con el respaldo de Podemos e I-E. El único argumento que emplearon estas formaciones para oponerse a la ley fue que carecía de respaldo de la mayoría sindical. Ahora, la nueva ley parece revivir después de que el rechazo convulsionara a la plantilla.

Ante el anuncio de que el mantenimiento de la ley de 2015 acarrearía un repliegue, las centrales mayoritarias del cuerpo (APF y SPF) convocaron un referéndum. En la consulta participaron cerca del 60% de los trabajadores (590 votos sobre 1.052). El «sí» recibió un enorme respaldo, superior al 80%. Fueron 481 síes frente a 91 noes y 17 abstenciones. El total de apoyos a la ley es incluso superior a los recibidos por ambas formaciones en las pasadas elecciones sindicales y, en consecuencia, superior al del resto de centrales del cuerpo opositoras a la norma.

APF y SPF han avanzado ya que darán traslado a las formaciones del cambio del resultado de esta consulta histórica dentro de Policía Foral. Así pues, el único escollo que impedía la implementación de la nueva ley parece ya salvado, a expensas de los pronunciamientos formales de Podemos e Izquierda-Ezkerra. Es más, fuentes de los sindicatos convocantes aseguran que el resultado ha sido tan contundente que pone en un brete a PSN y UPN, que tienen que sentirse apelados por un referéndum con una participación sin precedenyes.

Según fuentes gubernamentales, si el desbloqueo se hace efectivo, la ley podría tramitarse en el primer trimestre y su implementación queda a expensas de la consecución de fondos para llevarla a la práctica, pues llegará después de aprobarse el Presupuesto.