M.I.
«El museo de las maravillas»

¿Se puede experimentar dentro del cine familiar?

Por supuesto que sí. Todos los géneros, también las películas infantiles, se prestan a experimentos innovadores. Y Todd Haynes, como buen cineasta que es, no le hace ascos a ningún género. Otro problema es que el público adulto pueda tener prejuicios contra lo que ven unos menores no tan viciados como ellos, ya que cuando la nueva propuesta del autor de “Carol” (2015) se presentó en Cannes una parte de la crítica la rechazó de plano por ser una incursión en el llamado cine familiar. Y eso que el californiano adapta una novela de Brian Selznick, el mismo con el que Martin Scorsese hizo la prodigiosa obra maestra “La invención de Hugo” (2011).

“Wonderstruck” reúne dos historias paralelas que transcurren en épocas distintas, pero que terminan siendo simétricas. Cada tiempo vivido tiene su estética diferenciada, y así el blanco y negro sirve para fotografiar a una niña sordomuda que habla el lenguaje de signos en los años 20 y que busca a su madre, una actriz del cine mudo. En los 70, con el ritmo visualmente ágil y colorista de la época, un niño sueña con conocer al padre ausente. De esta forma Haynes recupera el lenguaje del pasado, y con él la ilusión de la creatividad artesanal.