Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - COPA FEMENINA

IDK Gipuzkoa se regala una alegría con su victoria por todo lo alto sobre Uni Ferrol

La defensa donostiarra cortó el grifo de los triples del cuadro galaico, y Weaverdominó la pintura. Juega la semifinal a las 12.00 ante Perfumerías Avenida.

STAR UNIFERROL 61

IDK GIPUZKOA 79


Bravo por IDK Gipuzkoa, que ganó ayer con autoridad su eliminatoria ante todo un Star Center Uniferrol. Bravo, porque nada tiene que perder en la semifinal que disputará este mediodía ante el todopoderoso Perfumerías Avenida. Las donostiarras deberán repetir el partidazo de ayer, pero soñar es libre.

Hasta Azu Muguruza se permitió un baile para celebrar un triunfo por todo lo alto, con un protagonismo más que repartido; la defensa y el control del rebote acabó por secar al cuadro ferrolano, y cuatro jugadoras sumaron sobre los 10 puntos, con mención para los 22 tantos y 14 rebotes de Lyndra Weaver.

Plan muy bien ejecutado

El primer tirón serio de las donostiarras llegó con el arranque del segundo cuarto, con un parcial de 0-8. Ya el primer período acabó con empate a 16 después de que las guipuzcoanas disfrutaran de un 8-14 a su favor. Las ferrolanas sufrían para explotar su principal arma, el triple, mientras que Weaver lideraba a un IDK que cumplía su plan de partido a la perfección.

Uni Ferrol despertó de la mano de María Araújo. La joven ala-pívot anotó sus ocho puntos de forma seguida. En todo caso, IDK Gipuzkoa no se puso nervioso y llegó al descanso con un espléndido 32-39 a su favor, con Alleyne tomando el relevo anotador en la pintura y canastas de Lara González y Brkic.

En el bando galaico, la ex de Gernika Rachel Vanderwal empezaba a sumar, pero entre el buen juego donostiarra más sus errores en los tiros libres –acabó con 14 de 22–, IDK Gipuzkoa dominaba la primera mitad.

Candado reboteador

Por si faltaba algo, IDK Gipuzkoa impidió arrimarse a su rival, llevando su ventaja por encima de la decena en el tercer cuarto, llegándose al final del mismo con la máxima renta: 47-62.

Weaver desesperaba a Bea Sánchez gracias a su poder reboteador –y a su tiro de media distancia–, al tiempo que el ataque guipuzcoano hacía gala de una fluidez que brillaba por su ausencia en el bando galaico. La renta donostiarra llegó a los 20, pero daba igual. Si hace dos años las de Azu Muguruza realizaban una Copa tristísima, ayer se recompensaron con una gran alegría. Una alegría que hoy puede continuar.