Iparragirre llega a Aita Menni tras un traslado ordinario de casi 48 horas
Ibon Iparragirre llegó ayer al centro médico Aita Menni de Arrasate, donde fue puesto en observación. El represaliado, gravemente enfermo, fue trasladado desde la cárcel de Alcalá-Meco en conducción ordinaria, en vehículos policiales. El viaje duró casi 48 horas y tuvo dos escalas, la primera en la prisión de Valdemoro y la segunda en la de Burgos.
Ibon Iparragirre llegó ayer por la mañana al centro médico Aita Menni de Arrasate, donde pudo estar unos minutos con su madre, Angelita Burgoa. En declaraciones a GARA el abogado Iñaki Goioaga explicó que el preso vasco, gravemente enfermo, se encontraba muy cansado. No en vano, su traslado desde el penal de Alcalá-Meco, en Madrid, ha durado casi 48 horas. Dos días de viaje con dos escalas, la primera en la prisión de Valdemoro y la segunda en la de Burgos.
Pese a que la defensa de Iparragirre había solicitado el traslado en ambulancia, el represaliado realizó el trayecto, de más de 400 kilómetros, en conducción ordinaria. Un hecho criticado por Etxerat, que el jueves advirtió de que la situación del preso de Ondarroa «es límite, está muy debilitado por su padecimiento de sida en su fase C3, es decir, la situación más crítica de la enfermedad y su tiempo se está acabando».
Al llegar a Aita Menni, Iparragirre fue puesto en observación, por lo que, de momento, se desconoce qué régimen le será aplicado. No obstante, la plataforma Iparra Galdu Baik avanzó ayer que en los próximos días no podrá mantener contacto con sus allegados. «Debido a las reglas del centro, Ibon no podrá recibir visitas», señaló la plataforma, que insistió en que el preso debe regresar a casa, tal como marca la propia legislación española.
Excarcelación
Cabe recordar que el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, decidió encerrar a Ibon Iparragirre en la Unidad Cerrada de Aita Menni a petición de la Fiscalía. Lo hizo pese a reconocer que existe un «riesgo vital» para el preso, tal como atestiguan los informes médicos, en los que se certifica que se cumplen las condiciones para la excarcelación del represaliado, recogidas en el artículo 92 del Código Penal y en el 104.4 del Reglamento Penitenciario.
En una rueda de prensa ofrecida en Bilbo días después de conocer la decisión judicial, integrantes de Etxerat y el abogado de Iparragirre denunciaron que el traslado del preso a Aita Menni era un «chantaje», y anunciaron que no cejarán en su empeño de lograr que Iparragirre pueda regresar a Ondarroa. En este sentido, Goioaga indicó que está estudiando cuál es la vía más «rápida y efectiva» para conseguir la excarcelación, entre las que figuran la revisión del grado y la petición de suspensión de la condena al tribunal sentenciador.
Movilizaciones por derechos
El respeto a los derechos de los presos fue, de nuevo, reclamado en las calles de Euskal Herria. Hubo movilizaciones en distintas localidades vascas como en Mutriku, donde se reunieron 45 personas, Ondarroa (158), Lekeitio-(89), Oñati (45), Bergara (45), Lizarra (41), Iruñea (180), Getaria (26), Legorreta (12), Andoain (30), Lazkao (78), Durango (81), Orereta (129), Bera (15), Arbizu (42), Lezo (15), Añorga (15), Deba (37), Agurain (31), Amurrio (50), Ugao (42), Zarautz (143), Etxarri (40), Barañain (56), Gatika (8), Galdakao (92), Gasteiz (318), Berriozar (35). La víspera se movilizaron 59 personas en Burlata y otras 20 lo hicieron en el barrio iruindarra de Iturrama.