La Fundación Euskadi vuelve a la élite hoy en la Challenge de Mallorca, en la que participarán diez de sus doce corredores, todos menos Iker Azkarate tras una mononucleosis y Mikel Alonso, enfermo. Los dirigirá Jorge Azanza, que regresa al campo profesional con el mismo color naranja que vistió desde 2007 hasta su retirada en 2013 tras ganar por equipos con Euskaltel en la Vuelta.

Azanza apunta a GARA ante su regreso y el de la Fundación al profesionalismo que «hasta venir a Mallorca ni siquiera habíamos hecho un entrenamiento juntos con la ropa naranja porque llegó a última hora. Tengo muchas ganas de sentirlo en la primera carrera. Se me va a hacer raro y me recuerda mucho al Euskaltel».

Viajó a Mallorca ayer tras asistir el sábado al nacimiento de su primera hija, Intza. No volverá a verla en doce días porque tras Mallorca acudirá seguido a la Vuelta a la Comunidad Valenciana en una primera fase del calendario que incluye Murcia, Almería, Andalucía, Alentejo, Coppi Bartali, Lizarra, Rioja, Zornotza, Tro Bro León, Castilla León, Asturias, Madrid, Aragón, Ronde d’Isard con los sub’23 y la opción de ir a Japón y Corea con los más veteranos. Desde mayo el calendario está por concretar y el director del Euskadi destaca que «el que menos corra tendrá hasta junio 34 días, el que más 39, y al final 45-50».

Evitan viajes para clásicas

Azanza ha evitado clásicas de un día que obliguen a largos desplazamientos para uno o dos días de carrera –«solo acudiremos al Tro Bro León porque me encanta y espero que Jon Ander Insausti, segundo en Cholet, pueda disputarla con Ricardo García y Egoitz Fernández». Estos tres ciclistas asumirán más responsabilidades en el regreso de la Fundación al profesionalismo.

Azanza deja claro que «la Fundación ha aportado mucho, los años de Miguel Madariaga son para quitarse el sombrero, y vamos a intentar hacer un equipo de futuro, que esto no quede aquí. No tiene sentido quedarte en esta categoría. Queremos este año que los más jóvenes vean qué es el mundo profesional y que los más formados sean capaces de demostrar que valen y entre todos hacer las cosas bien y dar buena imagen como equipo. Tener presencia y si hay opciones de lograr resultados, perfecto. Solo Jon Ander y Ricardo han tenido experiencia en el World Tour y los demás son chavales muy buenos con mucha progresión, pero deben aprender. Podemos ganar con los jóvenes en L’Isard y con los demás en carreras como Alentejo, pero lo intentaremos en otras en las que cualquier fuga puede llegar. El objetivo no es lograr victorias, sino disputarlas con los pies en el suelo».

Destaca la ilusión de los chavales y la buena infraestructura de vehículos, material y ropa para ser continental: «No nos podemos quejar de nada, tenemos cantidad y calidad».

«La mitad del equipo da el salto»

Con el salto de la Fundación Euskadi a la categoría continental ha desaparecido el equipo amateur, pero Jorge Azanza destaca satisfecho que «la mitad, nueve de los diecisiete corredores, dan el salto, seis con nosotros, y no es ninguna faena que desaparezca el amateur porque a todos los que querían les hemos ayudado a seguir en Ampo, Baqué o, en el caso de Iñigo Elosegi, en Lizarte. Así los buenos corredores van a estar más repartidos y lo importante es que haya equipos para que puedan dar el salto. Y si aparece otro más genial, otros doce huecos, y así el que vale va a poder demostrar el nivel».

Destaca las puertas que abre el apoyo de Mikel Landa al equipo, se marca como objetivo sacar el máximo rendimiento de Jon Ander Insausti y espera de los veteranos que enseñen la profesión a los ocho que han dado el salto. Ha dirigido a casi todos y espera que corran como lo hacían en amateur, entonces para dominar y ahora para progresar.J.I.