Después de la grave caída en la etapa inicial del Tour, Alejandro Valverde (Movistar) solo piensa en recuperar el tiempo perdido. Como ganador nato que es, su hambre de triunfos no tiene fin, pero este inicio de temporada sin duda es especial para él. Volvió a demostrarlo en Abu Dhabi, donde ofreció una nueva lección de experiencia y de saber dar el zarpazo final en el momento adecuado.

A falta de poco más de seis kilómetros y medio para el final de la última etapa, el murciano, que estaba a 27 segundos del hasta entonces líder, el australiano Rohan Dennis (BMC), lanzó un ataque en la subida a la montaña de Jabel Hafeet que provocó la criba final de quienes lucharían tanto por el triunfo parcial como por el general.

Tras generar ese grupo de elegidos, Valverde se marchó en pos del colombiano Miguel Ángel López (Astana), que había saltado del pequeño pelotón en busca de la victoria, al que dio alcance con suma facilidad, aguantó el ritmo del sudamericano y le superó en los metros finales con esa innata punta de velocidad que el ciclista del Movistar sabe explotar a la perfección para aumentar su extraordinario palmarés.

«Era un día para estar atentos, con terreno complicado, mucho viento e incluso algo de lluvia. Quiero dar las gracias al equipo por el fenomenal trabajo que han hecho durante toda la carrera, protegiéndome para que llegase al último fin de semana y a esta subida en las mejores condiciones. La estrategia era medir la distancia para coger a López y luego hacer lo posible por ganar», aseguró.

La otra gran prueba masculina de la jornada fue la clásica Kuurne-Bruselas-Kuurne, en la que se impuso en un sprint espectacular el holandés Dylan Groenewegen (Lotto), que dejó muy atrás al francés Arnaud Demare (FDJ), quien lanzó el ataque final. El tulipán remató así el gran trabajo de su equipo y consiguió su cuarta victoria particular de la temporada.

Ausentes Mark Cavendish y Peter Sagan –ambos ganadores de la prueba–, Lotto se encargó de llevar el control de la carrera, aunque le costó lo suyo gobernar los diferentes ataques que se produjeron, especialmente entre los kilómetros 83 y 150, con diez subidas a diferentes muros. Jasper Stuyven (Trek Segafredo) fue el que más cerca estuvo de materializar el triunfo en solitario, con 34 segundos de margen a falta de 25 kilómetros para el final, pero resultó inútil.

Barnes vence en Benidorm

Hannah Barnes (Canyon-SRAM) se impuso en la segunda edición de la Setmana Ciclista Valenciana, tras conseguir auparse a lo más alto del cajón en la cuarta y última etapa, una prueba que constaba de un recorrido de 118 kilómetros, con salida y llegada en Benidorm. Con ese triunfo, la ciclista británica le arrebató la victoria final a la italiana Marta Bastianell (Alé Cipollini), que no pudo estar con el reducido grupo destacado de corredoras.

Barnes sucedió en el exiguo palmarés de la bisoña carrera a la danesa Cecilie Uttrup Ludwig, vencedora en la edición del año pasado. Acompañaron a la británica en el podio final la sudafricana Ashleigh Moolman (Cervélo-Bigla) y la asturiana Alicia González (Movistar), que ocupó también la tercera posición en la última etapa.