Históricamente las huelgas las han convocado sindicatos o partidos para poner sobre la mesa demandas laborales o políticas. El próximo 8 de marzo será diferente. Ese día las mujeres pararán para reivindicar igualdad, para acabar con un sistema patriarcal que feminiza los cuidados y perpetúa la discriminación salarial. Y lo harán llamadas por el movimiento feminista, que ha convocado una huelga mundial.

Así, el papel de los sindicatos ha quedado en un segundo plano. «Nosotros nos hemos puesto a disposición del movimiento feminista, aunque hemos realizado nuestros propios cárteles llamando a la huelga», señaló ayer la secretaria general de la central catalana IAC-CATAC, Assumpta Barbens, que participó en una mesa redonda sobre sindicalismo y feminismo organizada por Steilas en el Palacio Europa de Gasteiz.

Barbens compartió mesa con Iratxe Álvarez (ESK), Arantza Fernández de Garaialde (Steilas) y la exsecretaria general de LAB Ainhoa Etxaide, que insistió en que los sindicatos deben cambiar sus estructuras y otorgar al feminismo el papel que merece. La central abertzale, por ejemplo, ya ha tomado medidas, y ha creado una Secretaría de Política Feminista. Además, a finales del año pasado presentó una escuela feminista en la que participan 90 militantes.

Otros sindicatos, como ESK, también han tomado medidas para dar un lugar central al feminismo en el seno de la organización, aunque, como Álvarez recordó, «cuando hay que negociar en el sector del metal se nos olvida el feminismo. Metemos un plan de igualdad y nos vamos tranquilos a casa».

«Llevamos muchos años haciendo análisis al respecto, y hemos trabajado para garantizar la igualdad, pero vemos que hay límites. Y pese a que hemos conseguido que la afiliación sea casi paritaria, no hemos logrado que las mujeres se impliquen igual que los hombre en la acción sindical», indicó Iratxe Álvarez antes de denunciar que las tareas relacionadas con el cuidado de terceros condicionan la participación de las mujeres.

Para acabar con el rol de cuidadora es necesario implementar medidas educativas que pongan fin a los estereotipos, ya que a día de hoy se siguen asociando determinados colores y juguetes a niños y niñas. Y todavía se enseñan algunos cuentos clásicos, en los que los hombres son héroes y la mujeres princesas. «Los estereotipos de género se mantienen», lamentó Fernández de Garaialde, quien puso en valor el papel de los y las profesoras.

Recordó que en Educación hay más mujeres que hombres, y abogó por diseñar nuevas medidas que favorezcan la igualdad en los cursos de Educación Infantil y Educación Primaria. «Tenemos que encontrar un equilibrio, porque somos un ejemplo para los alumnos», señaló en referencia a que los menores identifican a las mujeres con la docencia y los cuidados y ven a los hombres lejos, anclados en posiciones de poder.

Una huelga de mujeres

Antes de finalizar el coloquio tomó la palabra Ana Pérez, de Steilas, quien recordó a los presentes que la huelga del próximo miércoles es solo para mujeres, ya que el objetivo es que se vea que sin el trabajo de las mujeres la sociedad no puede avanzar. «Los hombres no están llamados a la huelga», destacó, e hizo hincapié en que el día 8 las calles serán de las mujeres.

En este sentido, la mayoría sindical vasca ha convocado paros laborales de 11.00 a 15.00 y de 18.00 a 22.00, y ha invitado a la ciudadanía a movilizaciones en pueblos y ciudades al mediodía y al atardecer.

Asimismo, respalda la huelga en centros de enseñanza. Por su parte, los sindicatos CGT y CNT han formalizado una convocatoria de huelga de 24 horas para ese día mientras que UGT y CCOO se ha limitado a convocar paros de dos horas en los diferentes turnos.