Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Llora el soldado enamorado

El Napoli cae en San Paolo ante la Roma y ve cómo la Juventus se coloca líder tras ganar con un solo remate entre los tres palos.

«Yo odio el tiquitaca. Lo odio. El tiquitaca es pasar el balón por pasar, sin ninguna intención. Y esto no sirve para nada. No os creáis lo que dice: ¡El Barça no tenía nada de tiquitaca! ¡Eso es un invento! ¡No hagáis caso! En todos los deportes de equipo el secreto es cargar mucho un costado para hacer que el contrario bascule. Cargar mucho y atraer al contrario para que deje libre el costado débil. Y cuando hemos conseguido cargar y atraer, entonces debemos resolver por el costado opuesto. Por eso hay que pasar el balón, sí, pero con intención, con intencionalidad. Pasarlo para cargar, para atraer y para resolver por el opuesto. Nuestro juego ha de ser eso y no el tiquitaca». Lo decía Pep Guardiola, en el libro ‘‘HerrPep’’, de Martí Perarnau.

En el Manchester City-Chelsea del fin de semana, el equipo de Guardiola batió el récord de pases acertados de la Premier League, 902 en total. «Jugar a dar pases, lo hace cualquiera. Entrenar para ganar espacios, alcanzar superioridades y obtener beneficios en el juego es para unos pocos», defendía el técnico catalán, cuyo conjunto dio un repaso en toda regla a un acobardado Chelsea criticado por su pasividad y actitud, que incluso fue cuestionada por su estrella el belga Eden Hazard, situado en su 5-4-1 como hombre más adelantado y que ni olió la pelota. Solo un 20% de posesión para los Blues, ni un remate a portería, derrota lógica y pinta de que, dicen, Luis Enrique podría ser el recambio del italiano en julio. Otro al que sus fans ya le buscan sustituto es Arsene Wenger, que tiene contrato para un año más, pero claro, el problema es que el Arsenal está tocando fondo por enésima vez.

El que fuera conocido futbolista y hoy analista deportivo Ian Wright, refiriéndose a Wenger, decía que «mirándolo ahora es como atestiguar el envejecimiento de Muhammad Ali contra Larry Holmes, o ver al brasileño Ronaldo cuando engordó». Su último traspiés ha sido en casa del Brighton, 2-1, lo que cada vez certifica más que no solo no jugará la Champions por segundo año consecutivo sino que peligra incluso la Europa League, por mucho Aubameyang y Lacazatte fichados a golpe de talonario. ¿El principio del fin del técnico alsaciano? Casi empezó a serlo también para José Mourinho, que avanzado el segundo tiempo perdía 2-0 en casa del Crystal Palace, antepenúltimo, hasta que los Red Devils despertaron y ganaron 2-3 en el descuento. Y es que el Manchester United sigue a duras penas la estela ya inalcanzable del City, que acumula 16 puntos de ventaja y tiene sentenciada la Premier.

La segunda plaza que ocupan los del portugués se la va a poner difícil a base goles –los que firman cada jornada Salah, Firmino y Sadio Mané– el Liverpool de Jurgen Klopp, que ganó 2-0 al Newcastle de Rafa Benítez y, precisamente, los Reds quieren emular al Liverpool que dirigió el español y llegó a ganar una Copa de Europa en 2005. Ahora mismo les separan dos puntos del United y este sábado ambos se ven las caras en Old Trafford en lo que puede desbrozar el futuro de esa segunda posición.

En la Premier está todo dicho en cuanto a quién alzará el título y otro tanto sucede en Alemania, donde el Bayern de Munich le saca ya 20 puntos al Schalke y uno más al Dortmund, y, precisamente, el técnico rival de la última víctima de los bávaros, el Friburgo, suena como reemplazo de Jupp Heynckes para el curso próximo. Su nombre es Christian Streich y si lo dice ‘‘Bild’’ suele ir a misa. Por cierto, tres clubes de la Bundesliga están entre los diez con más socios del mundo, siendo el Bayern quien lidera esta lista, con 290.000, seguido de Benfica, Sporting de Portugal, Dortmund y Schalke.

Debuta el hijo de George Weah

En la Ligue 1 está también todo sentenciado, el PSG aventajando en 14 puntos al Mónaco, y si hace unos días sabíamos del fichaje por el juvenil del Guingamp de Isaac Drogba, hijo del delantero costamarfileño Didier, una de las noticias de la jornada fue el debut con los de Unai Emery de un chaval cuyo apellido no deja indiferente a nadie y menos en París. Su nombre es Timothy Weah y se estrenó con los capitalinos 8.312 días después de que su progenitor, el hoy presidente de Liberia George Weah, hiciera lo propio con el club francés en mayo de 1995.

El chico puede seguir los pasos de su padre o bien tomar los de Mario Balotelli, que marcó el gol 3.000 del Niza en competición y su nombre suena como futuro fichaje de la Premier o la Serie A. Eso sí, es dudoso que su destino sea el United, sobre todo si recordamos aquella anécdota que contaba Mourinho cuando en cierta ocasión, en el Inter, «no tenía más delanteros. Todos estaban lesionados. Mario tenía amarilla desde el minuto 43. Dediqué 14 minutos del descanso para que se controlara, que no entrara en provocaciones, que no tocara a nadie, que no reclamara al árbitro, y me dijo que sí, que no me preocupara. Minuto 46 y roja».

El que parece tenerlo cerrado es el guardameta del Napoli Pepe Reina, que parece firmará un par de años por el Milan, a razón de 3,5 millones de euros cada uno. Una noticia que casi ha pasado desapercibida en una ciudad napolitana sumida en la tragedia. Y no lo decimos por el repentino fallecimiento del capitán de la Fiore Davide Astori y que ha sacudido al mundo del fútbol en general e italiano en particular, sino porque los partenopeos han dejado escapar muchas de las opciones al título que albergaban. En una jornada marcada por el luto en el Calcio, los de Maurizio Sarri se vieron sorprendidos por una letal Roma y cayeron 2-4 en San Paolo. «Este equipo lo hace tan bien que se espera que haga cosas fuera de su límite… Me parece injusto pedir siempre más», se mostró comprensivo con los suyos su técnico, que reconoció que «la lucha por el Scudetto solo depende de la Juve, que es de otro planeta. Buscaremos hacerle la vida más difícil hasta el final». El fin de semana del 21-22 de abril ambos se ven las caras en Turín y de momento los ‘cebras’ son nuevos líderes.

Mertens reparte pizza en la calle

Lo más duro de asimilar para el Napoli fue que si no juega perfecto, no logra ganar, mientras que su oponente, la Juve, aún sufriendo, gana hasta contra rivales de la parte alta de la tabla; 0-1 a la Lazio, con un solo tiro a portería y gol de Dybala en el descuento. Así es la Vecchia Signora, competitiva, porque como avisó Marotta, director deportivo juventino, sobre el alabado fútbol vistoso de los napoletanos, «¿el Napoli como Holanda? Nosotros nos sentimos Italia, que ha ganado mundiales. Entre las leyendas del fútbol mundial, buscamos imitar a esta selección». Llora Nápoles, «la ciudad más histriónica de Italia, que es como decir del mundo», que escribiría Enric González. Y por qué estamos con ella, pues como diría el mismo periodista, «¿por qué la gente simpatiza con los Corleone de ‘‘El padrino’’? No por los crímenes, ni por su código de honor, sino porque son una familia de aroma italiano». Como Nápoles y el Napoli.

Uno de esos hijos de la ciudad del Vesubio es el menudo belga Dries Mertens, conocido por realizar donaciones para comprar ropa dirigida a menores con escasos recuersos o apoyar albergues para animales, que estos días fue ‘descubierto’ junto a un amigo repartiendo pizzas por la noche entre los sin techo. O surdato nnammurato, o soldado enamorado, que reza su himno.