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CICLISMO AMATEUR

Diego Pérez ganó sin saber que peleaba por el triunfo

Estrenó su palmarés como amateur y su rol de capitán en Lizarra por querer pelear por su primer Top 10.


Diego Pérez (Bilbo, 1996) logró el domingo su primera victoria amateur sin celebrarla: «Pensaba que había gente por delante, que sprintaba por hacer cuarto o quinto. En condiciones normales eso da igual, pero no había hecho un puesto en el Top 10 y me dije que debo hacerlo. Solo cuando me di la vuelta me vino Iñigo Elosegi y me dijo que había ganado y un juez que confirmó que el primero de nosotros era el vencedor. Solo entonces lo celebré con Edu Llacer. Le dije: Hemos ganado».

La victoria le hizo una ilusión especial porque era la primera prueba amateur en la que su director Alex García le dio la confianza de ser el capitán en carrera: «Tienes una presión, no puedes fallar. Los corredores intentan hacértelo fácil. Se metieron de salida Edu Pérez Landaluce y Paul Ormaetxea en un primer corte, se les cogió en el kilómetro 70-80 y se hizo una escapada importante con gente peligrosa y no metimos a nadie. Dije que había que ponerse a tirar al haber equipos a los que les valía la fuga. Llegaron a tener 1.20, recortamos con ayuda del AMPO. Nuestro hombre fuerte era Llacer, Marcos González se puso a tirar en Eraul hasta que reventó y ahí me dijo Llacer que tirara hasta que me abrí fundido. En Muru quedamos cinco adelante y entré a rueda de Elosegi en el sprint y hasta meta no paré. Tras poner al equipo a trabajar ganar es la forma de darles las gracias».

Algo más que un director

Diego Pérez agradece además así todo el apoyo que ha encontrado siempre en Javi y Alex García, con los que ha desarrollado toda su carrera ciclista desde que comenzó como infantil de segundo año en la escuela de Berango. Empezó en cadetes a correr bajo su dirección, en su segundo año ganó su primera carrera en Mungia, en juveniles se lo tomó más en serio y ganó el campeonato de Euskadi en Zornotza y éste es su cuarto año amateur, todos con Baqué. Ayudó a profesionales como Aranburu, Amezketa y Juaristi y en el primer año sufrió un problema de rodilla que le dejó casi seis meses sin poder andar en bicicleta y le hizo dudar de seguir en el ciclismo.

«Con Alex nos conocemos de hace muchos años, hay una amistad que sobrepasa la relación director-ciclista. Progresaba poco a poco y el año pasado me cogió de preparador Adrián López Garrido, que ahora es el entrenador del Baqué, que me ha apoyado mucho y me ha sabido sacar adelante. El punto de inflexión fue cuando me llamó Alex dos días antes y me llevaron a la Volta a Portugal tras acabar los exámenes sin entrenar mucho. El primer día pasé muchas miserias, luego el segundo el cuerpo reaccionó y me dije que hemos venido a ser ciclista y no a hacer el tonto. Acabé farolillo rojo y vi que había mucho trabajo que hacer».

Un último año para demostrar su nivel

El nuevo líder del Euskaldun se marca este año como el definitivo para demostrar su nivel como ciclista. Estudia Ingeniería en Tecnología Industrial en San Mamés: «Este año me lo he tomado más relajado en los estudios para entrenarme mejor. Este invierno no he tenido problemas de salud, ni lesiones, he podido entrenarme bien y el secreto es confiar en la gente que te rodea y creer en lo que haces. Quiero demostrarme mi nivel, que si digo que voy a hacer algo lo puedo conseguir».

No se lo planteaba como un año para demostrar si puede pasar a profesionales, pero sí el definitivo antes de centrarse en los estudios: «Es lo que me va a dar de comer. Ahora estoy confundido. Hace una semana habría dicho que es mi último año y posiblemente sea así, pero nunca sabes. &hTab;Queda mucha temporada, solo he corrido Zumaia, Aiztondo y ésta. Trabajaré y ayudaré al equipo, este año tenemos gente que quiere ganar y pasar a profesionales y echaré una mano en lo que se pueda».J.I.