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JO PUNTUA

Rollos de primavera


La primavera ha venido, nadie sabe como ha sido» decía Antonio Machado, pero la de este año no viene ni a sabiendas de que ya se acaba marzo y que ya le toca. Para hoy, sin ir mas lejos, los pronósticos hablan de sol y buen tiempo y no hay más que asomar la jeta en la esquina y el viento la lluvia y el frío te cortan el cutis. Parece que solo ha llegado a los grandes almacenes. Esta primavera ni la sangre altera.

Lo que si altera la sangre, y mucho, es el capitulo de la represión en Catalunya. Más prisiones preventivas; los que aún estaban en libertad provisional a la trena. Puigdemont perseguido por media Europa y finalmente detenido en el escenario menos conveniente para sus intereses… No para esta espiral que parece una partida de ajedrez en la que a cada movimiento del Parlament responden desde el Tribunal Supremo con otro, siempre en la misma dirección: la de la cárcel.

Dicen que en democracia los poderes legislativo, ejecutivo y judicial han de ser independientes, pero en este caso la coincidencia entre los deseos del ejecutivo y la actuación de los tribunales es tan coincidente que parece como si se produjera un extraño fenómeno de osmosis.

Y de Catalunya a Madrid, que la que si que está alterada es Cristina Cifuentes. Bueno, en realidad las que tienen todos los visos de estar alteradas son las notas de su expediente académico en el famoso caso del Master en Financiación Autonómica, que adorna su currículum. Dice que como es hija de militar, ni un paso atrás, que no se va, que se queda y que todo es fuego amigo por su implacable lucha contra la corrupción. Claro, que falsificar el expediente académico también es corrupción.

Quienes debieron ser sus supuestos compañeros de clase no le conocen, el trabajo de fin de carrera no aparece ni en soporte físico ni en digital, ni en el ordenador de la Universidad ni en el suyo y en vez de aclarar las cosas amenaza con querellas a todo el que, según ella, le difame. Y todo ello, sin preguntas, a través del plasma, como Rajoy. Impasible el ademán.