GARA Euskal Herriko egunkaria
Bobadas alpinas

«Sit tibi terra levis»


Una reseña literaria del libro “Petite anthologie de l´alpinisme” de Jean Schoenlab, el cual no he leído, presenta este libro como una puesta a nivel de tierra de mitos y héroes de la montaña, que al fin y al cabo son humanos, demasiado humanos. Al famoso Preuss, censado como figura del alpinismo romántico, se le atribuye la frase: “Al que me venga a contar que, mientras supera una dificultad de escalada, no para de pensar en la obra de arte de la Naturaleza que tiene ante sí, le tomaré por un poeta más implicado en la fantasía que en la verdad”. Es así que la gran preocupación del Gran Livanos, otro mito de la escalada de la edad dorada, es la misma que la del común de los mortales: “Ya se trate de alpinismo solitario o conyugal, en grupos de dos o de seis, la regla imperativa –que es la misma para los trapecistas, los aviadores y los objetos frágiles y preciosos– la regla imperativa es no caer”. Y yo caigo ahora en una frase de Rebuffat: “Los sueños… siempre son necesarios. Yo los prefiero a los recuerdos”. Quizás eso sea aplicable a proyectos y aventuras, pero en cuanto a las personas son inevitables los recuerdos y me refiero ahora, en lo que a mí respecta, a dos recientemente desaparecidos, compañeros de alguna que otra aventura memorable, Xabier Erro y Mari Abrego, este último por cierto un genuino representante del montañero a ras de suelo. Como se diría en el mundo romano precristiano “Que la tierra os sea leve” compañeros