29 ABR. 2018 Derbi en Anoeta La emoción estuvo en la grada La Real derrotó al Athletic en un derbi de Anoeta en el que lo más destacable fue el ambiente vivido en las gradas, donde los aficionados blanquiazules vibraron con el triunfo de su equipo y no perdonaron a Iñigo Martínez por su marcha en enero. Mikel San José marcó dos autogoles, Oyarzabal el 2-0 y la Real supo jugar con marcador a favor. Joseba ITURRIA DONOSTIA REAL SOCIEDAD 3 ATHLETIC CLUB 1 La Real ha dormido a dos puntos de la séptima plaza que permite jugar las previas de la Europa League a la espera de los resultados de hoy tras imponerse en un derbi especial por el ambiente vivido en el primer derbi jugado en Anoeta con el Athletic tras la marcha de Iñigo Martínez en el mes de enero. Lo más reseñable del encuentro estuvo en las gradas, con una afición realista volcada con su equipo y que desde la llegada del equipo rojiblanco y del central de Ondarroa a Anoeta dejó claro el ambiente hostil que iban a encontrar, superior incluso al vivido cuando Joseba Etxeberria jugaba en el estadio. No se pudo escuchar por la megafonía la alineación del Athletic por los pitos de la afición realista e Iñigo Martínez fue recibido con una pancarta con el lema «Leialtasunak ez dauka preziorik!» en la zona de las peñas y recibió pitos de todo el estadio en cada acción en la que intervenía. Con un público muy activo, en la línea de lo vivido hace diez días, la Real recuperó la misma intensidad y entrega exhibidas ante el Atlético. Imanol alineó casi el mismo once que también hizo vibrar a la afición la semana pasada, con las únicas variaciones de la entrada de Moyá, Zurutuza y Diego Llorente por Rulli, Pardo y Héctor Moreno. Con ellos se volvió a ver el equipo competitivo y efectivo que ha sido característico tras el cambio de entrenador con la excepción del partido de Málaga y que ha permitido sumar trece de los dieciocho puntos disputados tras el cambio de técnico. Si ya la afición de Anoeta estaba muy predispuesta a vivir el partido con intensidad por la presencia de Iñigo Martínez, el equipo volvió a conectar con las gradas como lo hizo ante el Atlético con su entrega e intensidad. La Real además tuvo el Santo de cara, porque se encontró con un autogol de San José en su primer saque de esquina y el medio centro rojiblanco volvió a ser el último en tocar el balón en el tercer gol realista. Sin embargo, la clave del partido estuvo en el 2-0, cuando mejor jugaba el Athletic, que causaba problemas a la salida de balón de la Real y provocó un error de Raúl Navas que Aritz Elustondo, clave en el lateral derecho, supo enmendar bien situado. Pero con Iturraspe en el suelo Illarramendi, que jugó un gran partido, siguió la jugada, habilitó a Januzaj, que cada día juega mejor y dio un servicio perfecto para que Oyarzabal marcara el segundo gol. El tanto fue un golpe que el Athletic no supo encajar y que le hizo quedar a partir de esos momentos a merced del equipo blanquiazul y de una afición que solo dejaba de animar a sus jugadores cuando Iñigo Martínez tocaba el balón. La Real supo jugar con esos dos goles de ventaja y tuvo otras tres buenas ocasiones en el primer tiempo con un disparo de Zurutuza que se marchó fuera por poco, un cabezazo de Aritz Elustondo al que reaccionó Kepa con una gran parada en el segundo corner realista y un doble remate de Raúl Navas al poste y de Diego Llorente fuera en otras de las jugadas a balón parado en la que otros derbis el Athletic provocaba miedo y ayer estuvo especialmente mal. Sin meterse en el partido Porque también a balón parado Diego Llorente cabeceó a las manos de Kepa una falta botada por Canales y así llegó la jugada del tercer gol en otro balón bien enviado por Canales. El Athletic había empezado muy mal el segundo tiempo, en la línea de lo que acabó el primero, pero cuando el partido parecía encaminado a una goleada mayor llegó un error de Diego Llorente al levantar la mano dentro del área cuando siempre tienen que estar cerca del cuerpo y allí fue el remate de Iñigo Martínez. El penalti lo transformó Raúl García y el Athletic tuvo enseguida dos buenas opciones de Williams al poste y de Raúl García que obligó a una buena intervención de Moyá, con lo que en ningún momento llegó a meterse en el partido. La Real pudo marcar el cuarto en un remate de Januzaj que permitió a Kepa demostrar su gran nivel y el Athletic tuvo una última opción de Raúl García en la que también estuvo acertado Moyá en su vuelta a la titularidad. Esa última ocasión llegó en el minuto 88 con la Real ya en inferioridad numérica en una expulsión rigurosa de Rubén Pardo, que motivó un pequeño incidente entre Iker Muniain y Willian José dentro de lo que fue un derbi que resultó más especial que nunca por todo lo que rodeó a Iñigo Martínez. Pero al margen del central, que desquiciado fue amonestado al final del partido, desde el punto de vista de la Real lo más importante fue volver a ver unidos a la afición y al equipo cuando hace mes y medio ante Getafe el divorcio era absoluto y el ambiente en Anoeta fue totalmente diferente al de ayer. Entonces parecía que el final de temporada se iba a hacer muy largo y en seis partidos con Imanol la Real, a pesar de fallar en Málaga, se ha colocado a dos puntos de la séptima plaza y Anoeta ha disfrutado con tres victorias en tres partidos, once goles a favor y solo uno en contra y de penalti. Al Athletic le sucede por contra lo que amenazaba para la Real. Un final de temporada que se hace muy largo, duro y con un mal ambiente en el entorno del equipo. LA CLAVEEl Athletic estuvo especialmente mal en las jugadas a balón parado, en la que San José se marcó dos autogoles, y la Real tuvo ocasiones suficientes para lograr una victoria más amplia todavía.