01 MAY. 2018 CICLISMO AMATEUR Aranburu progresa y supera los obstáculos con madurez Ganó la última etapa y fue el más fuerte de la Bizkaia 3E dos meses después de romperse la clavícula. Joseba ITURRIA Jokin Aranburu (Zarautz, 1997) ganó el domingo en Berriatua la última etapa de la Bizkaia 3E y acabó tercero en la general tras superar la fractura de clavícula sufrida el 25 de febrero en Don Benito en el inicio de la Copa de España, que era su objetivo. Aranburu explica a GARA que tras estrenar su palmarés en Muxika en el segundo año amateur «piensas que igual puedes conseguir un hueco arriba y que el tercero es un año clave. No más importante que otros porque todos tienes que progresar siempre algo, pero era el primer año en el que me centraba más en la bici que en los estudios. Lo había preparado con mimo, en diciembre estuve quince días en Benidorm y en enero otros quince en Andalucía. Llegaba bien y caerme en la primera carrera fue un golpe duro, se me bajó mucho la moral porque veía que la gente sacaba resultados y para pasar a profesionales al ciclista lo que le falta es tiempo. Te ves que no puedes demostrar durante dos meses». No quiso perder ningún día tras la operación: «Estaba hundido porque había que estar una semana sin hacer bicicleta, pero andaba en las escaleras para arriba y para abajo. Piensas que siempre hay obstáculos y que para ser ciclista era obligatorio romperse la clavícula y que tenía que seguir y solo pensaba en volver más fuerte. En la segunda semana hice veinte horas de rodillo, a la tercera ya salí a la carretera y a la cuarta el traumatólogo dijo que podía competir». Vuelta con fuerza Así volvió a ponerse un dorsal en Zornotza el 1 de abril, el 14 ya fue quinto en Ereño, el 21 aguantó con los mejores en las subidas en el Momparler y solo cedió en un descenso y acabó duodécimo y el fin de semana fue el más fuerte en las subidas en la primera etapa, fue tercero el sábado y el domingo atacó de lejos para buscar la general y, tras ser cazado por el Lizarte, volvió a arrancar en el último repecho lanzado por Eneko Martínez para demostrar que era el más fuerte y ganar con claridad. Una victoria a la que da la misma importancia que a la primera de Muxika: «Esta es más especial porque al principio de año te hundes de golpe por una lesión y ves que si sigues trabajando las cosas salen bien. Además trabajamos mucho la victoria, luchamos para ganar. No es igual esperar al sprint que ganar atacando y arriesgando». Ha mejorado en la subida gracias a rebajar el peso de los 68 kilos de junior a 62: «Estoy dando los mismos watios del año pasado con tres kilos menos y se nota. No he perdido mucho en el sprint, más que sprinter he sido un corredor explosivo, los mejores sprints han sido picando para arriba y con menos peso y los mismos watios es mejor. Poco a poco vas haciéndote y se ve cómo progresas como corredor porque ahora eres algo y si consigues subir serás gregario». Aranburu trasmite una madurez destacable para su edad cuando ya la Fundación le ha convocado para entrenarse con el equipo continental: «Seguimiento me están haciendo. Hay dos equipos vascos y tienen que estar interesados, pero lo que quiero es seguir así y disfrutar, no tener presión y seguir progresando. Esta victoria es una satisfacción enorme porque lo que he trabajado en invierno está ahí, pero no me obsesiono. Lo que llegue llegará y estudio fisioterapia por si acaso. Aunque si se puede trabajar lo más tarde posible mejor, porque el sueño, como el de todos los amateurs, es pasar a profesionales». La Santikutz Klasika, otro objetivo hoy Aranburu descansó ayer para disputar hoy la Santikutz Klasika en Legazpi desde las 9.30 con 147 kilómetros y Deskarga a siete de meta: «El año pasado hice el 26º, me dejaron en Deskarga y me quedé con ganas de llegar en el primer grupo. Estoy bien, pero no sé cómo responderé tras estos tres días». Tras la de hoy, correrá la clásica Tondo y Bidasoa, su gran objetivo: «Disputar la general es decir demasiado, pero sí una etapa, sobre todo la de Orio, que es cerca de casa. En la general el primer día sales a no perder tiempo, pero luego te pone la carretera en tu sitio». En dos días AMPO ha ganado con él e Iribar y destaca que «las victorias llegan si haces las cosas bien. La gente anda mucho, tenemos mejor equipo que el año pasado y se nota. Cuando ganas tú todo el equipo siente que la victoria es suya. Uno remata, era mi trabajo, tengo la suerte de llevar los galones, pero los demás hacen el suyo. Es como Quick Step. Hay líderes, pero andan todos y cada uno hace su labor». J.I.