GARA Euskal Herriko egunkaria
JO PUNTUA

Nosotras somos más que nunca


En cuanto el juez pronunció las palabras «abuso sexual continuado», los gritos de la calle atronaron en la sala. Fue grandioso e inmediato. Desde ese instante televisado, la élite sobrecargada de poder donde se ha replegado el machismo ante los avances imparables de la igualdad, sabe que estamos lo suficientemente fuertes como para ganar el pulso. Por primera vez en esta larga batalla de justicia social, la oligarquía patriarcal ya no puede hacer como que somos cuatro locas. La apabullante socialización del feminismo en los últimos años, incluso meses, les ha dejado enclaustrados en esa misma sala a esa camarilla de machos reaccionarios que acumulan tanto poder. Y los machos son cobardes, solo abusan porque pueden: esta es una de las primeras certezas que aprendí del mundo.

Da igual la condescendiente autoridad con la que traten de volver a explicarnos que, según la ley, tienen razón. Sabemos que ni siquiera según esta ley, la tienen. Y tampoco sería la primera ley injusta que logramos cambiar, ni será la última. Sufragio, divorcio, aborto, matrimonio homosexual… Gritamos para tener voz y yo reivindico nuestra furia: tenemos razón y tenemos rabia. También reivindico nuestras genealogías, las feministas podemos dejar de hablarnos entre nosotras por temas como la prostitución. Pero estamos de acuerdo, todas nosotras, en algunos otros temas que nos hacen grandes: jamás reforzamos el sistema penal ni carcelario.

Hoy Virginia Woolf no se lanzaría al Támesis con piedras en los bolsillos ni Sylvia Plath metería la cabeza en el horno, pero sus agudas y hermosas voces nos incendian y acarician. María Perkances, revuelta por la infame sentencia, me escribe desde un lago en Guatemala: ellos serán 5, 6 o 5.000, pero mi sensación es que nosotras somos más que nunca. Mientras tanto, Miley Cyrus zanja la polémica resucitada sobre aquella portada de Annie Liebovitz para Vanity Fair en que salió semidesnuda con quince años: no, no me arrepiento. ¡Qué os jodan! Somos furia, amor, razón, grandeza. Y somos más que nunca.