05 MAY. 2018 DE REOJO Orgía Raimundo Fitero Hasta que no termine esta orgía desenfrenada de barbaridades y exabruptos provocadas por el anuncio de ETA, no voy a ver en la televisión otra cosa que programas de entretenimiento, voy a apagar todas las radios, voy a ojear solamente los periódicos en sus secciones de anuncios por palabras y no voy a tratar aquí del asunto por no caer en un estado de excitación incompatible con la vida racional. Cierro este capítulo mostrando mi sorpresa ante tal cúmulo de odio, venganza, mentiras y manipulación por lo que saco conclusiones positivas: si les molesta tanto que se acabe de manera oficial, es el mejor paso dado con diferencia y deja a las claras que el camino por recorrer queda expedito. El lunes de puente, Andreu Buenafuente nos ofreció un especial de su programa nocturno “Late Motiv” en #0 dedicado a la rumba catalana. Hay dos maneras de entenderla, la rumba flamenca y la rumba catalana, cuyos matices son simplemente geográficos y de explotación comercial. El barrio de Gràcia o la calle de la Cera de Barcelona son los dos puntos de referencia donde nació, creció, se desarrolló, se exportó y se convirtió en un género. Y fueron los gitanos quienes la convirtieron en un valor cultural que excedió a todas las circunstancias sociales y políticas y se popularizó. Fue una entrega muy festiva, con los auténticos Rumba 3, ya sesentones. Descendientes de Peret, el rey de la rumba catalana, como explicó su nieto, un artista que nos devolvió la fe en la sensibilidad inteligente. La inmensa mayoría de quienes tenemos más de cuarenta años hemos cantado y bailado rumbas en las fiestas populares. Forma parte de una memoria sentimental que nos remite a una idea de la libertad y las ansias de logros democráticos en forma de orgía interminable. ¡Viva la rumba libertaria!