Hizbulah ve su victoria como un aval a su papel en Siria

El movimiento chií libanés Hizbulah, aliado de Irán y bestia negra de Israel y EEUU, salió reforzado políticamente de las elecciones legislativas del domingo interpreta su victoria como un aval a su implicación en Siria y una forma de consolidar su papel en la región.

El poderoso movimiento chií libanés Hizbulah, aliado incondicional de Irán, reivindicó su «gran victoria» en las elecciones legislativas celebradas el domingo, que interpretó como valedora de su compromiso militar en Siria en apoyo de Bashar al-Assad y un éxito en su lucha contra Israel y EEUU, interpretación que comparte Teherán.

Ali Akbar Velayati, asesor en asuntos internacionales del ayatollah Ali Jamenei, señaló que «esta victoria (electoral) completa sus éxitos militares (…) frente a Israel y sus aliados, incluyendo a EEUU». Refiriéndose al compromiso militar de Hizbulah en Siria junto a Bashar al-Assad, Velayati dijo que el resultado de las elecciones muestra que también «gana (…) la ayuda crucial a Siria frente a los terroristas».

Según expertos, los resultados de estas primeras legislativas en casi una década, de las que el movimiento chií ha salido reforzado políticamente, podrían dibujar una «abrumadora mayoría» para beneficio de Hizbulah, comprometido militarmente estos últimos años en la vecina Siria con Bashar al-Assad. Una conclusión que se abre paso porque su principal oponente, el primer ministro, Saad Hariri, es el gran derrotado.

La victoria de Hizbulah permite al movimiento chií «imponer mejores condiciones» como parte del compromiso libanés, «de consolidar su papel y su arsenal, no sólo en Líbano sino en la región», donde ha aumentado su influencia en los últimos años, señaló Maha Yahya, directora del Centro de Oriente Medio de Carnegie.

Implantado en Irak y acusado de apoyar a los rebeldes en Yemen, el régimen de Al-Assad multiplicó sus victorias en Siria frente a los rebeldes y los yihadistas gracias a Hizbulah, por lo que para el politólogo Karim Bitar «es poco probable que la cuestión de las armas de Hezbolá vuelva al centro del debate político libanés». «Incluso sus rivales, como Saad Hariri, han integrado de alguna manera el nuevo equilibrio de poder».

A su juicio, su «red de alianzas» le ofrece «una mayoría en el Parlamento» y garantiza «un derecho de veto tácito sobre las decisiones más importantes».

Tendrá que mantener su alianza con el partido chií Amal, pero sobre todo conservar su cercanía con la CPL de Aoun.