La Corte Suprema de Filipinas anuló ayer el nombramiento de la presidenta de la institución, Maria Lourdes Sereno, un mes después de que el presidente del país, Rodrigo Duterte, se declarase su enemigo por votar en contra de varias propuestas gubernamentales.

El Supremo aprobó por ocho votos frente a seis la destitución de Sereno, al considerar que se incumplió el procedimiento oficial para su nombramiento al no haber declarado todos sus bienes, como establece la ley, y que ella niega categóricamente.

El portavoz del tribunal, Theodore Te, explicó que el fallo establece que Sereno «mantuvo y ejerció ilegalmente el cargo», por lo que fue descalificada mediante una orden de ejecución inmediata.

Sereno dijo que la decisión es una victoria mientras se mantengan unidos contra los poderosos y porque tuvo seis votos favorables. «Mientras defendamos lo que es correcto, nunca perdere- mos»,señaló.

El 9 de abril, Duterte le declaró la guerra a la presidenta del Supremo y pidió al Parlamento que agilizara el proceso de destitución. «La aviso de que ahora soy su enemigo y debe abandonar la Corte Suprema», anunció.

Sereno, la primera mujer en presidir esa institución, fue nombrada en 2002 por el predecesor de Duterte, Benigno Aquino, y ha sido una de las pocas voces críticas con la nueva Administración, por lo que ha sufrido represalias.

Desde su cargo ha sido una crítica declarada de la sangrienta guerra contra las drogas de Duterte, que lleva más de 7.000 muertos, y de otras políticas gubernamentales.

Sus defensores la consideran otra víctima de las venganzas políticas del presidente.