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El Gobierno brasileño responde irritado al apoyo de líderes europeos a Da Silva

El Gobierno brasileño rechazó y calificó de «arrogante y anacrónico» el apoyo que varios ex presidentes y ex primeros ministros europeos han dado a la participación del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva en las próximas elecciones presidenciales.


El Gobierno brasileño criticó de forma virulenta el apoyo expresado por varios líderes europeos a favor de la participación del expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva en las próximas elecciones presidenciales. El ministro de Asuntos Exteriores, Aloysio Nunes, lo calificó como «un gesto cargado de prejuicios, arrogante y anacrónico»

«He escuchado con incredulidad las declaraciones de personalidades europeas que, habiendo perdido la audiencia en sus países, se arrogan el derecho a dar lecciones sobre el funcionamiento del sistema judicial brasileño», afirmó Nunes. Respondía así a la petición del expresidente francés, François Hollande, el ex primer ministro belga Elio Di Rupo, los expresidentes del Consejo italiano Massimo d'Alema, Enrico Letta y Romano Prodi y el expresidente español José Luis Rodriguez Zapatero que el lunes demandaron que «Lula pueda presentarse al libre sufragio del pueblo brasileño».

«La encarcelamiento precipitado del presidente Lula, ardiente artesano de la reducción de las desigualdades en Brasil, defensor de los pobres en su país, no puede suscitar sino emoción», señalaron los firmantes, que también recordaron que la destitución de Dilma Rousseff, ya provocó «una grave inquietud» y que la lucha contra la corrupción «no puede justificar una operación que pondría en cuestión el derecho de los pueblos a elegir a sus gobernantes».

Da Silva, condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción y encarcelado en abril, denuncia haber sido condenado sin pruebas y continúa encabezando los sondeos de intención de voto, a pesar de que la ley brasileña le impide presentarse.

«Todo ciudadano condenado en segunda instancia es inelegible (...). Al sugerir una excepción para el expresidente Lula, estos señores proponen una violación del Estado de derecho. ¿Harían lo mismo en sus países?», se preguntó el ministro brasileño.