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EEUU e Irán presionan en la formación del gobierno iraquí

EEUU e Irán estén empleando todo su peso para influir en la formación del próximo gobierno iraquí, tras la victoria de la lista de Moqtada Sadr, figura que disgusta tanto a Washington como a Teherán y que, pese a su victoria en alianza con los comunistas, no tiene asegurado poder formar gobierno. Sadr ha propuesto entrar en el Ejecutivo a formaciones suníes, el kurdo PDK y otras formaciones chiíes, pero no al partido del primer ministro, Hadier al Abadi.

Irán envió a Bagdad al influyente general Ghassem Suleimani, que se reunió con diferentes fuerzas y se opuso a cualquier alianza con Sadr –partidario de reducir vínculos con Irán– o con el vicepresidente suní Usama al-Noujaifi y los kurdos.

Suleimani reunió a al-Abadi, su predecesor Nuri al-Maliki y Hadi al-Ameri, líder de la Alianza de la Conquista, formaciones chíes más fieles a Teherán. Tampoco EEUU ve con buenos ojos a Sadr, líder de una fuerza que los combatió tras la invasión y envió a su emisario Brett McGurk, que también se reunió con varias fuerzas, entre ellas el PDK.

Al Sadr se refirió a su presencia, «no sorprendente», como una injerencia en los asuntos de Irak.