Elia Viviani (Quick Step) logró ayer su tercera victoria en este Giro al imponerse con autoridad en el sprint de la decimotercera etapa con final en Nervesa della Bataglia por delante de su gran rival Sam Bennett (Bora). Simon Yates mantuvo su liderato en la jornada previa al final en la pared del Zoncolan.

El Giro entra hoy en los Dolomitas y los sprinters no quisieron desperdiciar la que podía ser la penúltima oportunidad de optar a una victoria. Elia Viviani se había marcado el objetivo de lograr tres en este Giro y tras las dos del primer fin de semana y ver cómo Sam Bennett se había impuesto en los últimos dos sprints aprovechó la llegada de ayer para confirmar lo que demostró en Israel y lo que se presuponía al ver la discreta relación de velocistas en carrera.

Es el más rápido del pelotón del Giro en condiciones normales. Sam Bennett pasa mejor la montaña como demostró el día anterior en Imola, pero ayer Viviani superó sin problemas el puerto de Cuarta que presentaba la etapa en su tramo final y no dio opción a sus rivales. Cogió en el sprint la rueda de Sacha Modolo y lo superó para cruzar la línea de meta con una gran ventaja sobre sus rivales para dar al Quick Step su victoria 32 de la temporada.

Escapada con Markel Irizar

Hasta el sprint, el protagonismo de la etapa lo tuvo una fuga de cinco corredores formada desde el inicio por el oñatiarra Markel Irizar (Trek), Vendrame (Androni), Zhupa (Wilier), Marcato (UAE) y Tonelli (Bardiani), que solo pudieron ser atrapados por el pelotón cuando faltaban seis kilómetros para la meta.

Los equipos de los sprinters mantuvieron la fuga controlada en todo momento y, a pesar de su resistencia en los últimos kilómetros, Quick Step no se vio en la necesidad de trabajar en la parte final, en la que la responsabilidad la asumieron Bahrain y Katusha para dar confianza a Bonifazio y Planckaert. Un trabajo estéril porque uno ni llegó a entrar en el sprint y el segundo solo pudo ser noveno.

Marco Coledan (Wilier) atacó poco antes de entrar en el último kilómetro y cogió una buena ventaja, pero insuficiente para aguantar la llegada de los sprinters en una etapa completada a 45 kilómetros por hora en la que Chaves fue último a 15:24 al quedarse en el puerto de 4ª.

Un desgaste que puede marcar el final de hoy en el Zoncolan, un puerto de diez kilómetros al 11,9% de media, rampas de hasta el 22% y un desnivel de 1.203 metros. Si el porcentaje medio es bestial, la parte central presenta cinco kilómetros en los que la media casi es del 14%. Igor Antón es el único ganador en el Zoncolan en una etapa en el Giro, en 2011, que sigue en activo y Simon Yates intentará aprovechar que es el puerto en el que mayor ventaja puede tener sobre un corredor más corpulento como Tom Dumoulin.