Veinticinco manifestantes palestinos resultaron heridos por fuego real y balas recauchutadas del Ejército israelí en Gaza, además de otros 61 por asfixia a causa de gases lacrimógenos, en el noveno viernes de la Gran Marcha del Retorno. Desde que comenzaron las manifestaciones, el 30 de marzo han fallecido 115 personas, después de que sucumbieran a sus heridas varios de los heridos en las pasadas semanas. Ayer falleció otro de ellos, Sami Habib, de 24 años.

Ayer, segundo viernes de Ramadán, las protestas continuaron aunque la participación es menor que en los días previos a la conmemoración de la Nakba.

Yeya Sinwar, líder de Hamas en Gaza, aseguró que las marchas continuarán hasta que se logre el objetivo de acabar con el bloqueo impuesto en la Franja por Israel, y llamó a los palestinos a manifestarse masivamente el 5 de junio, cuando se conmemora el 51 aniversario del comienzo de la Guerra de los Seis Días, que supuso la ocupación israelí de Cisjordania, Jerusalén Este y el Golán sirio, así como de Gaza, de donde Israel se retiró en 2005.

La represión de la protesta con fuego de real fue avalada por el Tribunal Supremo israelí, que rechazó dos peticiones de varias ONG para prohibir que el Ejército lo utilice en las protestas en la frontera con Gaza «Esta sentencia viola el derecho constitucional más importante: el derecho a la vida y a la integridad física. No satisface una necesidad inmediata», declaró Suhad Bishara, abogado del Centro Legal por los Derechos de la Minoría Árabe en Israel.