GARA
KIEV

La UE, la OTAN y EEUU piden a Rusia que asuma el derribo del vuelo MH17

EEUU, la UE, la OTAN y Australia exigieron a Moscú que acepte su «responsabilidad» en el derribo del vuelo MH17 de la compañía aérea Malaysia Airlines. El ministro de Exteriores ruso reiteró que han colaborado plenamente con las investigaciones y negó las acusaciones.

La Unión Europea y la OTAN llamaron ayer en dos comunicados distintos a Rusia a aceptar su responsabilidad en el caso del avión de Malaysia Airlines derribado en 2014 en Ucrania.

El equipo internacional, que investiga la tragedia del vuelo MH17 en la que murieron 298 personas, reveló por primera vez el jueves que una brigada militar rusa transportó el misil utilizado para derribar el avión.

Según explicó el investigador holandés Wilbert Paulissen, el equipo de investigación conjunta concluyó que el misil «BUK-TELAR que derribó al aparato del vuelo MH17 provino de la 53ª Brigada de Misiles Antiaéreos establecida en Kursk, Rusia».

En nombre de los 28, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, emplazó a Rusia a «aceptar su responsabilidad y a cooperar plenamente con todos los esfuerzos para establecer la rendición de cuentas». En el mismo sentido se pronunció el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para quien «el derribo del MH17 fue una tragedia mundial y los responsables deben rendir cuentas».

Holanda y Australia anunciaron que emprenderán acciones legales para «responsabilizar» a Moscú. La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, respaldó este posicionamiento.

«Apoyamos enérgicamente las decisiones de Holanda y Australia de responsabilizar a Rusia. Es hora de que reconozca su papel en el derribo del MH17 y ponga fin a su calumniosa campaña de desinformación», remarcó en un comunicado.

Sostuvo que el involucramiento de Rusia en el conflicto en Ucrania ha provocado más de 10.300 muertos desde 2014. «Ya es hora de que Rusia ponga fin a la violencia», subrayó.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, rechazó tales acusaciones.

«Ayer –por el jueves– conversé con mi homólogo holandés (Stef Blok). Me comunicó lo que ya es sabido. Le pedí pruebas que confirmen estas afirmaciones. Él no me presentó ninguna prueba», reveló en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo.

«Como el caso Skripal»

Lavrov aseguró que «colaboran más que nadie con el equipo de investigación». Señaló que durante la conversación telefónica con Blok le recordó que Moscú «remitió mucha información técnica, incluidas las lecturas de los radares que estaban operativos el día de la tragedia» cerca del lugar del siniestro.

El jefe de la diplomacia rusa trazó un paralelismo entre las acusaciones de Holanda y Australia y el «caso Skripal», en el que Londres responsabiliza a Moscú de haber envenenado con un agente tóxico en Gran Bretaña al exespía ruso Serguei Skripal y a su hija Yulia.

«Esto recuerda mucho cuando (los británicos) dijeron que con ‘alta probabilidad’ fueron los rusos, pero Scotland Yard enseguida informó de que la investigación continúa y de que llevará tiempo», apuntó Lavrov.

En el marco de este mismo foro, el presidente Vladimir Putin negó que el misil fuera ruso. «No, por supuesto que no», dijo durante la sesión plenaria. «Existen muchas versiones, incluidas la de un misil del Ejército ucraniano, de un avión (ucraniano). Pero no hay nada (en el informe de los investigadores) que nos infunda confianza en sus conclusiones. Ni lo habrá sin nuestra plena participación en la investigación», enfatizó.

El Ministerio de Defensa respondió que el misil fue lanzado desde territorio controlado por los militares ucranianos, y acusó a los investigadores de despreciar los testimonios de los testigos presenciales del siniestro. Acusó al equipo de investigación de «basar sus conclusiones en imágenes (sacadas) de las redes sociales y manipuladas con recursos gráficos por ordenador».