Los Rockets ponen a los Warriors contra las cuerdas, pero pierden a Chris Paul
Desde que ganaran su segundo anillo en 1995, con el gran Hakeem Olajuwon al frente, los Houston Rockets jamás han vuelto a jugar unas Finales de la NBA. Después de batir a los Warriors por 98-94, los texanos se adelantan por 3-2 en las Finales del Oeste y rozan esa gesta.
Pero todavía no está nada dicho, por mucho que los de Oakland estén contra las cuerdas. Una lesión en los isquiotibiales de su pierna derecha deja a Chris Paul fuera de combate para el sexto partido, y quién sabe si para el desempate, caso de darse. Y no es cosa baladí, porque los Rockets ganaron a pesar del 0 de 11 en triples de James Harden y a pesar de jugar con una rotación de siete hombres, con 20 tantos del propio CP3 y 24 de Eric Gordon, autor del triple que adelantaba 95-91 a Houston en los instantes finales.
Los Warriors, con todo, tuvieron dos opciones de voltear el marcador con 95-94, pero entre el desacierto y sus 16 balones perdidos, las desperdiciaron. Los de Oakland, además, están abusando de los aclarados para sus estrellas –29 tantos Durant, 23 Thompson y 22 Curry; 53 de los 72 tiros de campo de su equipo–, pero ese no es su juego. Más aún, las prisas en los finales apretados han puesto a los Warriors al borde del precipicio.