EDITORIALA
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Libertades amenazadas, ataque contra todos

El conocido y reconocido cantante, Evaristo, con una trayectoria artística de más de 30 años y autor de un buen puñado de letras míticas por su capacidad de desnudar al sistema, es la víctima del último ataque de la bestia. Poca broma: enaltecimiento del terrorismo, sedición, calumnias, injurias, menosprecio, humillación, improperios, insultos… bajo esas acusaciones se está persiguiendo y castigando en España a titiriteros, periodistas, tuiteros o músicos. Por hacer chistes, por cantar, por exponer obras de arte en Arco o dar una opinión. El asunto es muy serio. Ya hay gente en la cárcel y en el exilio. Día sí y día también, más personas estas siendo víctimas de esta macabra noria de represión que amenaza directamente a todos y a todas. Las libertades fundamentales, las nacionales y sociales, están en el punto de mira: la de opinión y expresión, la de libre autodeterminación o la de creación artística.

Cientos de ciudadanos, muchos de ellos vascos, están siendo perseguidos por este arrebato dictatorial que se ha convertido en la nueva normalidad española. Nada nuevo visto desde este país. Primero vinieron a por los vascos. Durante decenas de años, en nombre del «antiterrorismo» que delató el propio Evaristo, se perpetraron aquí las más abyectas medidas contra los sectores más politizados y militantes de este pueblo, de manera mecanizada, en masa. Esas prácticas generaron una cultura, una mentalidad que empapó a unos políticos cínicos para que pusieran la alfombra en forma de una legislación especial, conocida como "Ley Mordaza", que ahora jueces prevaricadores ejecutan con saña. La deriva de España ha empezado a escandalizar en el mundo, desde donde se alzan voces para parar el despropósito y el sufrimiento que genera.

Esa forma de hacer ha venido para quedarse. Responde a una agenda de reconquista y de restitución que ataca frontalmente a la gente comprometida. No será fácil derrotarla pero hay que hacer frente a esa bestia, a tanta locura.