Mata a tiros a un civil y dos policías en Lieja al grito de «Allah Akbar»
Un hombre recién salido de la cárcel con un permiso temporal mató ayer a dos mujeres policía y a un civil e hirió a otras cuatro personas en la ciudad de Lieja, en un ataque investigado por la Fiscalía federal como un «delito terrorista». El atacante, que aparece de forma indirecta en tres informes de seguridad en Bélgica, fue abatido.
La Policía belga abatió ayer a un hombre que mató a dos mujeres policía con sus armas reglamentarias, tras agredirles con un cuchillo, y a un joven de 22 años en Lieja, en el este de Bélgica, en un ataque que se investiga como posible atentado «terrorista». Los hechos tuvieron lugar en el bulevar de Avroy del centro de la ciudad, en torno a las 10.30 y las 11.30 hora local.
El individuo, identificado como Benjamin Herman, de 36 años y procedente de la localidad belga de Rochefort, se abalanzó por detrás contra las dos agentes, de 45 y 53 años, las atacó con un cuchillo, les arrebató sus armas de fuego y les disparó causándoles la muerte, explicó el jefe de Policía de Lieja, Christian Beaupère, quien subrayó que el atacante «ejecutó» a las dos policías. «Está claro que el objetivo era atacar a la Policía» y «golpear la institución, el Estado de Bélgica», agregó.
El atacante disparó a continuación contra un vehículo estacionado en la calle en el que resultó muerto un joven que ocupaba el asiento de pasajero, un estudiante de Magisterio de 22 años. Después, el agresor huyó hacia el cercano instituto Léonie de Waha y tomó como rehén a dos trabajadoras de la limpieza. El atacante salió entonces a la calle y abrió fuego contra los agentes que habían acudido al centro educativo, en un intercambio de disparos en el que el presunto agresor resultó muerto y dos policías sufrieron heridas en los brazos.
Fuentes policiales citadas por el diario local “La Libre Belgique” señalaron que el hombre gritó «Allah Akbar (Alá es grande)» antes de ser abatido, aunque esta información no fue confirmada por la Fiscalía.
Medios locales señalaron que el atacante estaba fichado por las autoridades belgas como sospechoso de radicalización islámica desde 2017, extremo que tampoco confirmó la Fiscalía.
De permiso penitenciario
Herman habría salido la víspera de la prisión de Lantin con un permiso de dos días. Fue detenido en 2013 y cumplía condena –hasta 2020– por delitos menores como pequeños robos y narcotráfico.
El ministro de Justicia, Koen Geens, explicó que el autor de los hechos se había beneficiado ya de 11 autorizaciones de salida de la cárcel y de 11 permisos penitenciarios sin que se registraran incidentes.
En rueda de prensa tras presidir el Consejo Nacional de Seguridad, el primer ministro, Charles Michel, señaló que el nombre atacante aparece en dos informes de la seguridad del Estado y otro de la Policía de manera indirecta. «Violencia ciega y cobarde. Todo nuestro apoyo a las víctimas y sus seres queridos. Seguimos la situación con los servicios de seguridad y el centro de crisis», dijo en Twitter.
El Centro de Crisis de Bélgica indicó que por el momento no se planean cambios en el nivel de «alerta terrorista» del país, que se encuentra desde enero en 2 –correspondiente a una amenaza «improbable»– sobre un máximo de 4, después de tres años en nivel 3.
Bélgica, escenario de varios ataques yihadistas
Bélgica sufrió en marzo de 2016 el mayor atentado «terrorista» de su historia, reivindicado por el Estado Islámico (ISIS), cuando dos comandos de yihadistas kamikazes mataron a 32 personas e hirieron a otras 340 en dos ataques casi simultáneos perpetrados en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem y la parada de metro de Maelbeek del barrio europeo.
Desde entonces, el país ha sido escenario de otro cuatro ataques o tentativas de atentado, el último de ellos en agosto de 2017, cuando un hombre de origen somalí atacó con un cuchillo a tres militares al grito de «Allah Akbar» en el centro de Bruselas antes de ser abatido.
El 6 de agosto de 2016, un argelino residente en Bélgica atacó con arma blanca a dos policías ante el Ayuntamiento de Charleroi al grito también de «Allah Akbar». Les hirió en cara y cuello antes de ser abatido.
En setiembre de 2016, en Molenbeek, barrio de Bruselas considerado un semillero del islamismo radical, dos policías fueron apuñalados.GARA