Ante las políticas lingüísticas de todas las instituciones públicas con presencia en Navarra, quienes suscribimos este texto afirmamos que no sentimos ninguna fobia por el castellano. Creemos firmemente que forma parte de nuestra cultura. No aceptaríamos que ni castellanoparlantes ni vascoparlantes fueran objeto de algún tipo de discriminación legal, laboral o social.

Queremos que euskara y castellano sean hablados y aprendidos con total libertad y en un clima de respeto y cordialidad entre castellanoparlantes y vascoparlantes bilingües. Entendemos que el euskara, lengua históricamente minorizada y actualmente minoritaria, debe ser promovido en Navarra de acuerdo a la letra y al espíritu de la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias, cuando aboga por eliminar «toda distinción, exclusión, restricción o preferencia injustificadas con respecto a la utilización de una lengua regional o minoritaria cuyo objetivo sea desalentar o poner en peligro el mantenimiento o el desarrollo de la misma». Asimismo, entendemos que, como también recoge dicha carta, cualquier política lingüística debe respetar la Convención Europea de Derechos Humanos, incluyendo su artículo 14 donde se prohíbe la discriminación por razón de lengua.

Por esa razón, no estamos dispuestos a aceptar que en una sociedad abierta y democrática como la nuestra, se siga promoviendo la vulneración de los derechos lingüísticos de las personas vascoparlantes de Navarra, bajo el pretexto de una inexistente amenaza contra la población castellanoparlante. La Carta Europea de las Lenguas Minoritarias nos recuerda que «la adopción de medidas especiales en favor de las lenguas regionales o minoritarias, destinadas a promover una igualdad entre los hablantes de dichas lenguas y el resto de la población y orientadas a tener en cuenta sus situaciones peculiares, no se considerará un acto de discriminación con los hablantes de las lenguas más extendidas».

Ante ello, hacemos un llamamiento a la sociedad navarra para que exija a sus representantes políticos el fomento de actitudes que favorezcan la convivencia y la concordia, el respeto y la equidad, la igualdad de derechos y la no discriminación entre todas las personas, tanto castellanoparlantes como vascoparlantes.

*Firman también Itziar Diez de Ultzurrun, Aingeru Epaltza, Angeli Gezuraga, Fernando Rey, Xabier Olarra, Usoa Wyssenbach y Fermin Zabaltza