03 JUN. 2018 Hará falta más que una fecha para el éxito de la cumbre Trump-Ki Tras 10 días de montañas rusas diplomáticas, y sin olvidar el carácter errático e impredecible del presidente estadounidense es imprevisible, su recepción en la Casa Blanca a una delegación norcoreana ha despejado la cumbre atómica Trump-Kim. Pero, para que sea un éxito, tanto Washington como Pyongyang deberán hacer conclusiones y los expertos advierten de habrá que esperar meses, o incluso años., para valorar y calibrar sus verdaderos resultados GARA WASHINGTON Animado por la perspectiva de que podría dejar atrás a todos sus predecesores y «liberar» al mundo de las armas nucleares de Corea del Norte, Trump confirmó la cumbre en diez días pero inmediatamente después relativizó las expectativas. «No vamos a firmar cualquier cosa el 12 de junio–, señaló, en referencia a la cumbre en Singapur–. Yo no he dicho nunca que esto se arregle en una reunión». Los expertos presagian que será un fracaso si el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, no se compromete por escrito a ls desnuclearización o si la cumbre acaba con una declaración de buenas intenciones sin el inicio de una hoja de ruta. EEUU reclama una desnuclearización «completa, verificable e irreversible» de la península coreana, un proceso largo y complejo que podría durar hasta 15 años. No obstante, exige a Pyongyang esfuerzos «claros» el primer año y «grandes» avances antes del final de su (primer) mandato, en enero de 2021. Corea del Sur y fin de la guerra Corea del Norte insiste en su desnuclearización por etapas y tiene sus propias exigencias a Washington, entre ellas garantías de seguridad de que EEUU renuncie a intentar un cambio de régimen en Pyongyang. Trump se ha mostrado dispuesto a dar esas garantías pero Corea del Norte exige a su vez el final del «paraguas» nuclear de EEUU a Corea del sur, también términos de su presencia militar y en los ejercicios militares conjuntos anuales. El jefe del Pentágono, Jim Mattis zanjó el asunto. La cuestión de la presencia militar estadounidense en Corea del Sur «no está sobre la mesa». A cambio de que Pyongyang dé una lista exhaustiva de sus instalaciones y permita el acceso total a los inspectores –desde los noventa no ha revertido, al contrario, su programa nuclear, que considera una suerte de seguro de vida–, EEUU podría declarar rápidamente el fin de la guerra (en 1953 solo se firmó un armisticio) con un tratado de paz y con el reconocimiento diplomático a Pyongyang. Los expertos señalan que a Kim le interesa que la cumbre sea –o parezca– un éxito, aunque su objetivo fuera solo «ganar tiempo», pero concluyen que el mayor riesgo diplomático lo tiene EEUU. «Yan han hecho una enorme concesión al aceptar la cumbre y legitimar a Kim en el plano interno e internacional. Incluso si al final fracasa». Alfombra roja al exjefe de espías y general norcoreano Saltándose todos los usos diplomáticos, Trump no dudó en poner la alfombra roja al general Kim Yong Chol, brazo derecho de Kim y exjefe del espionaje norcoreano. El protocolo habitual exigiría que un hombre de su rango, en particular alguien como él objeto de sanciones económicas y representante de un país enemigo, hubiera sido discretamente recibido por la puerta de atrás para participar en una reunión secreta. Por contra, llegó en un Chevrolet negro del gobierno estadounidense y fue recibido, rodeado por un servicio de seguridad visiblemente nervioso, en los jardines de la Casa Blanca. Fue asimismo escoltado hasta el Despacho Oval por otro general, el secretario general de la Casa Blanca, John Kelly, un raro honor para quien no es jefe de Estado. Pese a que la Casa Blanca dijo lo contrario, la reunión no fue un intercambio corto y protocolario y duró 90 minutos. «Se habló de todo», dijo Kim. Y en ausencia del consejero de Seguridad, John Bolton, un «halcón» defensor del cambio de régimen en Pyongyang. GARA USOS DIPLOMÁTICOSDesde Singapur, donde participó en el Diálogo Shangri-La, el jefe del Pentágono, Jim Mattis., acusó a Pekín de «intimidar» a sus vecinos con su creciente presencia militar en el Mar de China Meridional