Raimundo Fitero
DE REOJO

Tareas

Como tenemos un ministro, por lo menos, muy televisivo, va y su primera entrevista se la da a su empleadora anterior: Ana Rosa, la insigne narradora literaria. La que dijo que este gobierno era muy de Mediaset, en una de esas frases gloriosas que impregnan carácter a una legislatura y te ponen en alerta amarilla. Por cierto, entre foto oficial, con la evidente situación en el plano a lo más a la derecha del espectador del juez que nunca vio torturas, muchas ministras y ministros iban teniendo dúplex con diversos canales televisivos. Por ahí, para empezar, todos muy contentos. Hablan, hablan bien, tiene planes, respuestas convincentes, lo que les da una entidad comunicativa que provoca tranquilidad en las masas receptoras, es decir, en los televidentes con estigmatización de electores, antes llamados ciudadanía o incluso pueblo soberano en los momentos eufóricos. Un gobierno debe plantearse muchas tareas. La comunicación y los efectos especiales parecen bien organizados. Es más, el vestuario de la foto en Moncloa mucho mejor que la de La Zarzuela, que parecía de una boda civil en un pueblo mesetario. Por las razones que sea, el propio PP, el de Rafael Hernando, el portacoz más deliberadamente desenfrenado, ha admitido entrar a revisar lo del cambio de modelo de elección de la dirección de RTVE. Algo es algo. Nos queda poco para liberarnos de ese enjambre de enchufados sectarios que han corrompido el ente público de manera casi irreparable. Una tarea que se debe emprender con urgencia. No ha trascendido tanto, pero otro televisivo, presentador de una edición del noticiario de Cuatro, Miguel Ángel Oliver, se encarga de la Secretaría de Estado de Comunicación del nuevo ejecutivo. Un lugar importante. Una ocurrencia a beneficio de inventario, ¿puede ser Josep Pedrerol el secretario de Estado de Deporte? Desde luego, por audiencia no será, si es lo que se busca.