12 JUN. 2018 Entrevista FÉLIX GUERRERO ESCRITOR «Angelín me nació indeliberadamente, sin haber ido a buscarlo» El escritor zangozarra Felix Guerrero publica «Colgados frente a frente», una novela protagonizada por un peculiar personaje, Angelín, que nació de una anécdota y que se adueñó casi sin querer de la obra y, en parte, del autor. Angelín, haciendo honor a su nombre, tiene un aspecto angelical y una inagotable y admirable capacidad para amar y para encajar los desaires. Angelín es… diferente. Patxi IRURZUN IRUÑEA “Colgados frente a frente”, publicada por la editorial navarra Eunate, es la quinta novela de Félix Guerrero (1942). Curtido en las redacciones de periódicos como “Navarra hoy” o “Diario de Noticias”, donde a menudo escribió agazapado bajo seudónimo, anteriormente publicó obras de corte histórico como “Esperando a nadie” (finalista del Premio Fernando Lara) o “Alboradas de estraperlo”, sobre el mundo del contrabando en el Pirineo navarro. Las novelas a menudo surgen de situaciones muy concretas, una imagen, una frase… En su caso fue la visión de una bata colgada de un tendedero… Durante muchos años he vivido en el barrio de San Juan pamplonés. Día a día y desde la terraza de mi casa veía una bata colgada en el balcón de un sexto piso situado en un inmueble cercano al mío y que nadie recogía. Así, durante no solo meses sino años. Yo me preguntaba qué narices pintaba ahí esa bata. Bata viuda o, cuando menos, divorciada. Jamás vi subir las persianas de ese balcón ni las de las ventanas colindantes. Empecé a suponer que ahí no habitaba nadie o, que de habitar, habitaba una familia rarita de verdad, rarita cuanto cabe. Un día me dije: “¿Y si le doy yo vida a esa familia tan llamativamente peculiar?”. Pero en vez de situarla en ese piso, la voy a instalar en el mío, un octavo, en un cara a cara con la bata. Una familia que tenga un miembro con algún sello también especial, como el que en mi mente suscitaba aquella eterna bata y relacionado con ella. Y allí nació Angelín, el protagonista de la novela. Angelín me nació indeliberadamente, sin haber ido a buscarlo. A partir de esa anécdota desarrolla una trama, pero sobre todo a partir del personaje de Angelín, un tipo muy particular. Cuéntenos quién es y si tiene algo de usted mismo. Angelín es una persona diferente al resto de lo que la mayoría de congéneres catalogamos de individuo normal. Angelín nació con ciertos desarreglos psíquicos, de ésos tan fáciles de percibir como difíciles de cuantificar y corregir. Angelín pertenece al grupo humano conocido como con discapacidad mental. Aunque yo a este entrañable conjunto de personas más que discapacitado mental lo llamaría diferente mental. Ese término, discapacitado, me resulta demasiado abstracto e inasible como para valorarlo de tal. Pensemos que hubo una época en la que a los zurdos se les consideró discapacitados. Leonardo da Vinci era zurdo, sin comentarios. De todas las cualidades que visten la personalidad de Angelín debemos destacar su capacidad para amar. Para él no existe enemigo ni tan siquiera adversario. En cualquier artesa humana se hace merengue. Ya de cómo ésta deguste dicho merengue... Personajes variados tiene la novela que nos lo dirán. Algunos de ellos... me voy a callar. ¿La personalidad singular de Angelín determina también el estilo del libro, ese tono humorístico o irónico que lo recorre? La personalidad singular de Angelín no es determinante del estilo del libro. El tono mezcla de humor e ironía que recorre las páginas de “Colgados frente a frente” es marca de la casa, en casi todas mis obras aparece. Sí que en esta hay que añadir que la influencia del protagonista en mí ha sido llamativa. Por primera vez me he dado cuenta de que no siempre el autor crea al personaje, es el personaje quien a veces va creando al autor. La novela también mantiene un tono de intriga, ¿qué se puede contar sobre eso –sin destriparla, claro–? La intriga es un factor que, en mayor o menor grado, depende del contexto, no puede faltar en una obra creativa. Sin cierta intriga, esta tiene muchos boletos de desfallecer o de despeñarse. Sus anteriores novelas son de género histórico, ¿por qué este cambio? Las novelas que he publicado anteriormente tienen una carga histórica sin duda, dado que por mi edad soy dueño de muchas historias, pero no todas las que salgan de mi pluma serán históricas necesariamente. Usted es un autor relativamente tardío, empezó a escribir con 40 años, ahora tiene más de 70 y no ha publicado muchas novelas. ¿Cómo es el proceso de escritura de sus obras? Yo me fui curtiendo como escritor en los periódicos “Navarra hoy”, “Diario de Noticias” y, por encargo, en alguna que otra revista. Eso sí, con seudónimo, de una forma anónima que jamás volvería a repetir y que no se la recomiendo a nadie. Esta es la quinta novela que publico, tengo otra sexta calentándose ya en la imprenta y otras varias que esperan su momento. No sé si hice bien o mal, aposté por crearme un patrimonio literario e ir tirando de él según los tiempos. HISTORIA«Las novelas que he publicado anteriormente tienen una carga histórica sin duda, dado que por mi edad soy dueño de muchas historias, pero no todas las que salgan de mi pluma serán históricas necesariamente» CREAR«Por primera vez me he dado cuenta de que no siempre el autor crea al personaje, es el personaje quien a veces va creando al autor»