Raimundo Fitero
DE REOJO

Preventivo

Hay un movimiento popular preventivo advirtiendo a las cadenas de televisión de que como hagan alguna entrevista a los miembros de La Manada, emprenderán acciones de boicot a la emisora y a sus anunciantes. Nunca sé en qué parte de mi conciencia colocarme ante estas corrientes tan contundentes, ante hechos que no se han producido, pero que son bastante posibles de que sucedan porque se trata de hablar con unos individuos que se pasean a cuerpo descubierto por las calles de Sevilla, acuden al juzgado, les esperan decenas de cámaras y micrófonos y se les hacen preguntas obvias. Silencio o respuestas monosilábicas.

Porque yo me planto ahora a preguntarme obviedades, ¿es tan importante ver esas imágenes que se sucederán cada lunes, miércoles y viernes? ¿Qué se puede esperar de estos individuos que parecen bien aseados, con gafas de sol, buena percha, perfumados y a los que les esperan motos para llevárselos de allí con rapidez? A cara descubierta, con aparente tranquilidad, dando un mensaje demoledor: aquí estamos, ¿qué pasa? Y no sabemos qué responderles. Porque nadie sabe qué pasa exactamente en este sangrante y vergonzoso caso.

Lo mismo que las imágenes del Mediterráneo, los migrantes, las muertes de cientos de personas en ese mar de los poetas, las actitudes cínicas de los gobiernos, las circunstancias en las que suceden estos éxodos. Aquí sí se podrían establecer actos preventivos, en origen, en el orden mundial, en el equilibrio económico, en la simple humanidad reestablecida como valor de uso. Las balsas, los salvavidas, las mantas, ese color que lo impregna todo y que no cubre nuestras vergüenzas colectivas, que nos coloca ante el dolor de una juventud convertido en un espectáculo televisado que rellena espacios entre partido y partido de fútbol.