Raimundo Fitero
DE REOJO

San Jorge

Una profesora de manualidades ha hecho una manualidad y ha pasado a la historia. Ha sucedido en una iglesia de Lizarra y a partir de ahora debería cobrar una comisión por cada medio que vaya a retratar su manualidad. Es impactante. Ha convertido algo con historia, un San Jorge muy especial, con un valor artístico y patrimonial reconocido, en un ninot, en una suerte de caballito de feria.

No tiene sentido, pero ha pasado a los medios de comunicación y de nuevo nos encontramos con los malos usos que la iglesia católica hace de sus materiales artísticos que tiene en depósito en sus edificios. Tenía más valor intrínseco antes de la manualidad, pero ahora tiene un valor añadido. El de comprobar un nuevo esperpento, un nuevo ataque al arte, pero es una atracción turística.

 Se está demostrando que el gran legado de manualidades reside siempre en las sedes de la banda, antes de M. Rajoy, y hoy en búsqueda de líder o lideresa. Contaban a los afiliados y militantes a mano. Como su contabilidad, que se apuntaba a mano en libretitas de hojas rayadas. Porque se trata de ocultar, de mentir, de poner números por encima de la realidad. De repente se ha caído el suflé, esos famosos e inexistentes novecientos mil militantes, resulta que no eran verdad, como sabía todo el mundo, y ahora se encuentra con un problema, van a tener que manipular las cifras otra vez, para que el ridículo de los que van a participar en el simulacro de primarias sea asumible de manera no traumática. A veces parecen sinónimos manualidades y chapuzas, pero no es así, aunque todo lo que tenga que ver con el PP, es susceptible de ser una ilusión, una falacia, una trampa. Las audiencias televisivas no las hacen con manualidades, sino con algoritmos, por eso lo del fútbol está dando cifras desorbitadas. Y seguimos en ello.