La amenaza de la bancarrota parece disiparse para el gigante croata del sector agroalimentario y de la distribución Agrokor, el mayor empleador de los Balcanes, tras el acuerdo alcanzado con sus acreedores el miércoles.

Sin tener en cuenta los puestos de trabajo inducidos, especialmente en la agricultura, Agrokor emplea directamente a cerca de 60.000 personas en los Balcanes. Es fácil comprender que su supervivencia supone un problema relevante para Croacia ya que, según indican algunos medios locales consultados por AFP, el peso económico del grupo alcanza el 15% del PIB de este Estado miembro de la Unión Europea.

Pero a consecuencia de una agresiva política de compras dirigida por su antiguo patrón Ivica Todoric, el grupo acumuló una deuda titánica, estimada en octubre de 2017 en 7.800 millones de euros por el primer administrador del grupo designado por el Estado, Ante Ramljak. Reclamado por la Justicia croata, Todoric se encuentra actualmente en Londres, donde ha entablado una batalla judicial para evitar su extradición.

Según la televisión nacional HRT, más de dos tercios de los 3.000 acreedores renunciaron a cobrar una parte de sus deudas y aceptaron convertirlas en acciones. Tomaron esa decisión al término de una vista judicial celebrada en un gimnasio de Zagreb en presencia de accionistas, proveedores y representantes de entidades bancarias. En virtud de este acuerdo, el mayor acreedor del grupo, el banco ruso Sberbank tendrá cerca del 40% de las acciones del grupo.

El nuevo administrador, Fabris Perusko, saludó un acuerdo que aleja «el riesgo de colapso que amenazaba a la mayor empresa croata, con terribles consecuencias para la economía del país y de la región».

Convertidos en accionistas, los acreedores «asumirán toda la responsabilidad sobre el futuro» de Agrokor, añadió el responsable de la compañía, según informó HRT.

La crisis de Agrokor también ha puesto a prueba al Gobierno de centro-derecha de Andrej Plenkovic. En mayo, la ministra de Economía, Martina Dalic, fue forzada a dimitir tras ser acusada en la prensa de haber incurrido en un conflicto de interés.

De todas formas, antes de pasar página a este complicado capítulo, el acuerdo adoptado el miércoles todavía debe será ratificado por la Justicia croata.