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DE REOJO

Retoques


Cada vez que me acerco a la primera estatal entro en un estado de confusión debido a lo transitorio de la situación. Siguen los mismos dinosaurios, las mismas hienas que han acabado con todos los despojos de la credibilidad, pero deben dar un espacio institucional tasado a la presidencia del gobierno, y ahí se produce una extraña química comunicacional. Pero siguen cobrando del dinero público personajes como Carlos Dávila y además dando clases de conocimientos del interior de la banda. Salen en esos espacios del canal 24 H que tanto huele a franquismo. Los chicos de la banda de Hernando pidieron este canal para apoyar el cambio en RTVE. Al negárselo, han empezado esa campaña punki contra todo que han decretado desde su derrota moral y, por arte de su incapacidad democrática y falta de argumentos, vuelve Venezuela a la agenda política y a sus telediarios. Son una vergüenza política que acarrea picores neuronales. Además, Albert todo por España tomó la pancarta en la manifestación del Orgullo. A oportunista nadie les gana. Muy cerca de Grande Marlaska. Una  imagen resumen.

Pero se anuncian cambios, retoques, nuevas estrategias en las programaciones. Lo de TVE influirá en general. Las radios también se moverán. En cuanto acabe el Mundial que está deparando sorpresas deportivas y audiencias multimillonarias a Mediaset, entraremos en la fase de tirar de archivo, nevera, probar alguna cosa, dar paso a becarios, series sin convicción y a esperar que pasen los calores. Eso sí, tendremos siempre atracciones como lo de los niños que van a rescatar en Tailandia. Una de demagogia: ¿Cuántos niños morirán en estos días ahogados en el Mediterráneo huyendo de la guerra y el hambre? No contesten, sigan cantando jotas, pero tomen una distancia prudencial de los intereses mediáticos inconfesables globales.