Llegó
Tengo una suerte de amnesia circular y de lo que voy a escribir, no sé si se trata de algo que ha llegado porque se coloca en paralelo con el momento político o ya estaba instalado y de repente nos llama la atención algún episodio que alcanza cierta tensión. Me refiero a algo que habíamos anunciado, señalado, catapultado a previsión contaminante. El espectáculo televisivo diario a base de la parte más circunstancial y superficial de la vida política y partidaria, nos lleva a un estadio de “Sálvame amarillo” donde se enfrentan a miembros de partidos políticos que deben cumplir su cuota y colaboradores de los programas que van acelerando sus fobias, sus tendencias, sus ideologías cerradas y por lógica acaban chocando.
Dos ejemplos. Una señora franquista, pero franquista de las de verdad, sin corte alguno, que se levantó de su sillón, en su casa sea dicho, insultando y reclamando respeto a la memoria del dictador. Aquí es fácil colocarse en el lugar apropiado, aunque la idea de entrevistar a estos personajes tan fachas ya es de por sí una parte del espectáculo corrosivo.
Pero ha sido Pablo Echenique, el de Podemos, el que ha llamado «poco inteligentes» a unos tertulianos. En directo. Claro, ellos, como siempre, se han sentido muy dolidos, muy insultados. Ellos, que pueden decir cualquier cosa, colocar cualquier adjetivo, saber lo que piensan los otros, deducir posturas de la manera más ligera. Quizás sea en la banda del PP donde ha habido más momentos despreciativos en general con los tertulianos, y les digo que en ocasiones les daba la razón. O mi Rufián, del alma mía, que mantiene una actitud beligerante ya de entrada con tertulianos y tertulianas que no preguntan, sino que muerden, incapaces de salirse de su consigna del día.
Llegó o había llegado ya, pero este bochornoso espectáculo irá a peor.