Jon ORMAZABAL
Pelota

Aimar Olaizola tuvo que rendirse a la evidencia

A pesar de que Larralde y el de Goizueta llegaron a adelantarse 11-5, los campeones Waltary-Gixandut nopasaron excesivos apuros para obtener el pase a la final del Masters de Baiona tras imponerse por 40-25.

Como ya le sucediera el año pasado a su compañero Oinatz Bengoetxea, Aimar Olaizola comprobó ayer la complejidad del salto de la pared izquierda al trinquete y, acompañado por Peio Larralde, poco pudo hacer ante una pareja de la solvencia de Waltary-Gixandut, vigentes campeones de Francia y del torneo de la capital lapurtarra.

El de Goizueta había realizado tres entrenamientos y las sensaciones habían sido positivas, pero la competición es otra cosa muy diferente, por grande que sea su capacidad de adaptación a cualquier situación. Es más, tuvieron un arranque esperanzador, se adelantaron 11-5, pero en un frontón rápido como el de Baiona, el saque de Waltary les hizo mucho daño y el cubano y Gixandut terminaron imponiéndose por 25-40.

Revancha de Elezkano

No fue el de Baiona el único festival del día. Por ejemplo, en Ermua Elezkano II-Rezusta les devolvieron a Ezkurdia-Zabaleta la dura derrota que los de la Sakana les infringieron en la final del Parejas. Si en abril los navarros vencieron 22-9, ayer el de Zaratamo y el de Bergara solo les dejaron hacer un tanto más.

El principal protagonista del partido fue un Danel Elezkano que, si en el Bizkaia apenas pudo entrar en juego, ayer desplegó todo su repertorio rematador para sumar una docena de tantos. Por supuesto, también tuvo su influencia, y mucha, un Rezusta que se defendió a las mil maravillas, incluso de sotamano, cuando el dúo de la Sakana intentó castigarle, y firmó una actuación muy convincente.

Los campeones, sin embargo, adolecieron de la falta de esa solvencia que sí mostraron en la final del 8 de abril. Ezkurdia también hizo cosas bonitas en los cuadros alegres, pero le penalizaron los seis errores cometidos, mientras que Zabaleta no se encontró del todo cómodo cuando le tocó jugar desde atrás, no le dio la altura necesaria a la pelota, lo que permitió a Elezkano pasar al ataque.

En Gasteiz, Jokin Altuna sumó otra victoria, esta vez con David Merino como zaguero, al imponerse por 22-17 a Retegi Bi y Martija. Los dos delanteros se contagiaron del ambiente festivo de blusas y neskas y se enredaron en un juego alegre en el que, a pesar de seguir sin poder llegar a 22, el de Eratsun no desentonó. Atrás, Martija fue más sólido que un Merino que dio el susto al torcerse un tobillo.

Irribarria y su maleficio en «santanas»

No es, ni mucho menos, el Beti Alai de Ordizia un frontón extraño para Iker Irribarria, ya que fue allí donde pegó alguno de sus primeros pelotazos de infancia, pero parece perseguirle una especie de maleficio, al menos en los partidos que disputa allí como profesional, al menos en fiestas patronales. Tres veces ha disputado el estelar de este día en la localidad goierritarra y tres derrotas.

De todos modos, su último precedente en una cancha muy cercana a su casa, el de las Euskal Jaiak de setiembre, lo sacó adelante junto a Jon Ander Albisu, su pareja esta tarde, junto al que se impuso 20-22 a Bengoetxea VI-Larunbe.

En aquella ocasión, el de Arama jugó cedido en un festival de Asegarce y hoy es el ataundarra el que devuelve el intercambio para enfrentarse a Altuna III-Martija, que ayer fueron rivales en el Ogeta gasteiztarra pero que, como ya ocurrió durante el invierno en el Parejas, están jugando mucho juntos en verano. J.O.