Franquismo no encontrado, todo correcto en la derecha española

Suele merecer la pena leer a José Antonio Zarzalejos en elconfidencial.com. Más allá de vanidades, oportunismos, sectarismos y otros ismos, o acaso por eso mismo, sus escritos expresan la visión de una parte de la derecha española. Es posible que también refleje esa perspectiva cuando delira, como en uno de sus recientes artículos en el que canta las virtudes del facherío hispánico. Se apoya para ello en un texto no menos flipante de Cristina Ares Castro-Conde que presenta a la derecha española como una «de las más centradas de Europa occidental, más parecida a la sueca y la finesa que a la francesa o la británica».

Zarzalejos nos explica que «en el PP no hay sintomatología de xenofobia ni de integrismo». A fin de cuentas, «la organización popular tiene una inspiración liberal-conservadora y democristiana general en el viejo continente». Este buen señor nos aclara, siguiendo ese tono argumental, que «no hay arquitecturas ideológicas estrictamente propias de los partidos políticos españoles». Nada original en el PP, si se excluye esa palabrita mágica que, significativamente, el buscador no encontró en el artículo: franquismo. La fantasía liberal-demócrata cristiana de Zarzalejos y aquellos a quienes da voz exige pasar por alto la dictadura y, de modo especial, la ligazón entre el franquismo y el PP, fundado, no lo olvidemos, por un antiguo ministro de Franco reconvertido milagrosamente en demócrata de toda la vida.

Zarzalejos sabrá por qué le toca ahora blanquear a Casado y su «nuevo PP» tan europeo y moderado, pero no cuela. La derecha española está girando a la derecha, como ocurre en toda Europa, pero se trata de un fenómeno especialmente preocupante, por su genealogía y por su arquitectura ideológica, que la sitúan en las primeras posiciones de esta especie de «fascistización del siglo XXI» que avanza por doquier.

Derecha española democrática, ¡vaya chiste!