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dublín

El papa pide perdón por los abusos, pero es acusado de encubrimiento

Casi al mismo tiempo en que el papa Francisco volvía a pedir «perdón de Dios» por los abusos sexuales a menores cometidos por el clero católico, un exnuncio del Vaticano en EEUU pidió la renuncia del pontífice al acusarle de haber encubierto al cardenal Theodore McCarrick desde 2013, cuando fue informado personalmente de las acusaciones contra el estadounidense. El exnuncio asegura que «la corrupción ha alcanzado la cima de la jerarquía eclesiástica».

El exnuncio en EEUU Carlo Maria Viganò, de 77 años, pidió la renuncia del papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre el cardenal Theodore McCarrick, quien fue sancionado en junio pasado por el pontífice. Su acusación llegó el mismo día en que el papa reiteraba en Irlanda su petición de perdón por los innumerables casos de pedofilia cometi- dos por sacerdotes católicos.

El arzobispo Viganò escribió una carta, publicada ayer por algunos medios conservadores en varios países, en la que además acusa a otros miembros de la Curia de formar un «lobby gay» y encubrir las acusaciones contra McCarrick.

Viganò escribe que Francisco conoció el caso el 23 de junio de 2013 porque él mismo se lo comunicó «y siguió encubriendo al cardenal exarzobispo de Washington McCarrick». Explica que en 2013 informó a Francisco de que «corrompió a generaciones de seminaristas y sacerdotes y el papa Benedicto XVI le ordenó retirarse a una vida de oración y penitencia», así como que le informó de que había un informe de todo ello en la Congregación para los obispos.

«Salvaguardar su imagen»

«Pero Francisco –añade–, hizo de él su fiel consejero junto con Maradiaga (Óscar Andrés Rodríguez)» y solo aceptó su renuncia, «para, así, salvaguardar su imagen mediática», a finales del pasado julio después de que la Justicia de EEUU diera credibilidad a un menor, entre las muchas denuncias de abusos a seminaristas y jóvenes sacerdotes cuando McCarrick era obispo.

Viganò dice querer que se conozca que «la corrupción ha alcanzado la cima de la jerarquía eclesiástica» e insta a renunciar Francisco y a todos los que encubrieron a McCarrick.

Viganò señala que envió varios informes sobre la conducta del entonces arzobispo de Washington, pero que fue ignorado por los secretarios de Estado de Juan Pablo II y Benedicto XVI, los cardenales Angelo Sodano y Tarcisio Bertone.

Acusa también al actual arzobispo de Washington, Donald Wuerl, sucesor de McCarrick, de conocer las acusaciones porque él mismo se lo planteó y se dio cuenta de que ya lo sabía.

Viganò lanza acusaciones contra numerosos prelados pertenecientes al ala menos conservadora y cercana a Bergoglio.

El documento, con fecha del 22 de agosto, fue publicado mientras el papa estaba en Dublín para el Encuentro Mundial de las Familias y después de que calificara de «crímenes repugnantes» los abusos sexuales cometidos por el clero y admitiera el «fracaso» de la Iglesia.

Inesperadamente, antes de la misa celebrada ayer para clausurar el evento, leyó un mensaje ante miles de fieles para volver a pedir perdón por los abusos de poder, de conciencia y sexuales cometidos por sacerdotes, instituciones religiosas y jerarquía de la Iglesia católica en Irlanda, plagada durante décadas por casos de abusos de sus sacerdotes.

Señaló que la pedofilia en la Iglesia es una «herida abierta» que desafía a los responsables eclesiásticos a que estén «firmes y decididos en la búsqueda de la verdad y de la justicia».

 

Abusos sexuales y físicos en un orfanato católico escocés

La Policía escocesa ha detenido a 12 personas, entre ellas varias monjas, en relación a las denuncias de «abusos sexuales y físicos sistemáticos» contra menores hasta hace casi 40 años en el orfanato católico Smyllum Park, en Lanarkshire. También serán llevados ante la Justicia cuatro empleados laicos de este orfanato gestionado desde 1864 hasta 1981 por las Hijas de la Caridad.

Según la Comisión de Investigación de Abuso Infantil, quienes cometieron los crímenes lo hicieron con impunidad al saberse protegidos por sus superiores.

Smyllum Park albergó en casi un siglo a 11.600 niños de entre uno y 14 años. Algunos eran huérfanos, pero otros provenían de familias sin recursos. Supervivientes denunciaron que muchos murieron allí, pero durante años no se conoció cómo y dónde fueron sepultados. En 2003, en una parcela cercana fue hallada una fosa clandestina con al menos 400 cuerpos.

La Policía investiga también a otra orden católica que administraba orfanatos, las Hermanas de Nazaret. GARA