Alfontso DIEZ

Cruzando el Ártico a vela y sin asistencia

El científico francés Sebastien Roubinet comenzó hace ya una década a idear una aventura: cruzar el océano Ártico, atravesando el Polo Norte a vela, sin motor y sin asistencia. Lo intentó primero en 2011 y luego en 2013, pero fracasó en ambas ocasiones. Ahora, en 2018, está llevando a cabo su tercera tentativa con la compañía de los también aventureros galos Eric André y Vincent Colliard y a bordo del velero multicasco “Babouch’ty”. Partieron el 19 de junio desde Alaska y, según las previsiones iniciales, deberían llegar a su meta, la isla noruega de Spitsbergen, sobre la tercera semana de setiembre. Se trata de una travesía de 1.750 millas (3.000 kilómetros). Una de las grandes novedades de este tercer intento, al que han llamado “Camino al Polo”, es la propia embarcación, más pequeña y ligera que las empleadas en 2011 y 2013: tiene cinco metros de eslora y es un híbrido entre catamarán y trineo capaz de avanzar propulsado por el viento, tanto en agua como sobre hielo. Claro que, cuando el viento no acompaña, a los tripulantes les toca tirar del navío.