Es verdad que solo se trataba del debut de una relación comercial que se antoja atractiva, pero las primeras horas de la entente Nike-Colin Kaepernick no resultaron nada halagüeñas: la marca estadounidense de calzado y ropa deportiva lideraba a media sesión de ayer las pérdidas en el Dow Jones (-2,94 %) después del estreno de su último anuncio de la campaña “Just do it”, protagonizado por el exjugador de fútbol americano Colin Kaepernick, símbolo de las protestas antirracistas en este deporte. Nike producirá ropa nueva del exquarterback de San Francisco 49ers, que hace un año que no juega y lideró en 2016 una ola de protestas en el campo, cuando empezó a arrodillarse mientras sonaba el himno nacional en signo de protesta por los problemas raciales de su país. Desde entonces, la Liga de Fútbol Nacional (NFL, por sus siglas en inglés) ha luchado por contener las protestas sobre el césped e incluso el propio presidente Trump llegó a pedir que no se pague a los jugadores que las secunden. Tras conocerse el nuevo anuncio, muchos usuarios de redes sociales expresaron su malestar y colgaron fotos rompiendo o quemando productos de Nike, al tiempo que, en una media jornada de pérdidas generalizadas, las acciones de la empresa caían notablemente en Wall Street. Se da la paradoja de que el lema elegido para el nuevo spot dice lo siguiente: «Cree en algo, incluso si eso significa sacrificar todo. #JustDoIt».