BIDASOA 26

ANAITASUNA 24

Un Bidasoa de menos a más se impuso en el derbi que suponía el inicio liguero de la Asobal 2018-19, y en el que Anaitasuna dominó durante tres cuartas partes del envite, pero acabó claudicando ante el ritmo ofensivo impuesto por la escuadra guipuzcoana.

Los locales sumaron sus dos primeros puntos en un intenso encuentro ante un Helvetia Anaitasuna que le puso las cosas muy difíciles, pero que se rindió ante el lanzamiento exterior del nuevo fichaje del equipo guipuzcoano, el lateral francés Rudy Seri, autor de nueve goles, casi todos decisivos.

Los navarros dominaron la primera mitad, con un juego fluido y una portería enorme, que hacía de noche los ataques de un equipo local desesperado, el cual se quedaría en una cifra insólita de solo ocho tantos al descanso.

Golpean primero los navarros

Ambos conjuntos se habían enfrentado hace escasos días en el torneo de Egia, que se llevó el Bidasoa con solvencia, pero parecía que los iruindarras se habían guardado algunos ases en la manga para el inicio de liga, porque desde el inicio dieron una imagen de solvencia y firmeza defensiva notable que maniató a los anfitriones.

El 1-4 en los primeros compases del encuentro ya le daría qué pensar al entrenador del Bidasoa, Jacobo Cuétara, quien se vio obligado a pedir tiempo muerto porque no había defensa y Helvetia campaba a sus anchas por la pista de Artaleku, con un entonado Nantes haciendo daño casi en cada ataque.

Las cosas no variaron ni en el final del primer tiempo, ni el inicio del segundo. Anaitasuna llevaba la iniciativa, mientras que Bidasoa se fiaba a los cañonazos del galo Seri, que encontró una vía de agua para acortar diferencias hasta lograr un interesante 11-12 para los locales.

Mediada esa segunda mitad, Bidasoa comenzó a aclarar las cosas para sus intereses cuando consiguió ponerse en el electrónico con un 16-15 que levantó a su afición. Por contra, Anaitasuna empezó a tener dudas después de haber mandado siempre en el marcador, al tiempo que los anfitriones comenzaban a sacar su mejor juego y se colocaban dos arriba con un gol de portería a portería del guardameta Rangel.

Parecía el camino allanado para un triunfo local, pero Anaitasuna no había dicho su última palabra. Endosó un 0-3 de parcial para abocar el encuentro a un final impredecible y meter el miedo en el cuerpo de los animosos seguidores amarillos.

Los instantes finales registraron un duelo de potentes artilleros entre Seri y Nantes. El choque se iba a decidir finalmente por los detalles y estos entregaron la victoria al Bidasoa, con la contribución final del guardameta Rangel, tras sudar tinta para poder doblegar a un potente Anaitasuna que vendió cara su derrota.