Las más de 400 personas que se dieron cita ayer en el Larunarri de Amezketa se quedaron con las ganas de haber visto algún partido más igualado, pero suele ser complicado, más a estas edades, que las finales mano a mano resulten equilibradas y la pegada marcó las diferencias en las cuatro finales.

En seniors, el tolosarra Ioritz Egiguren y el alavés Uribe rememoraron la final del GRAVNI y, como sucedió en mayo en el Ogeta, el guipuzcoano se llevó el gato al agua. Eso sí, de una manera mucho más holgada pues, jugando un partido muy serio y sin asumir muchos riesgos, se impuso por 18-4. Trató de defenderse, a base de machetazos, Uribe, pero su resistencia no fue suficiente ante un rival que logró la ansiada txapela.

La historia se repitió prácticamente en todas las categorías. En juveniles, Apezetxea impuso su golpe ante un Julen Alberdi que ha enamorado a muchos pelotazales en el cuatro y medio, pero que poco pudo hacer desde el cino y el seis ante la desventaja física (18-7).

En cadetes, el etxarriarra Igoa también dio buena cuenta de Igoa, al que dominó por completo (18-6) y en chicas, Maite Tolosa no tuvo piedad de Aisha Etxeberria a la que, con 13 años, poco más se le puede pedir (18-5).