El sprinter gaditano Juanjo Lobato (Nippo Vini Fantini-Europa Ovini) sorprendió al pelotón en la cuesta final en la que se decidía la Coppa Sabatini, Via Risorgimento (1 km al 7%), y logró unos metros suficientes para imponerse en la prueba italiana.

El ex de Euskaltel-Euskadi y Movistar Team, que entró en meta pidiendo silencio con el dedo índice en sus labios, atacó a 300 metros de meta, tras una caída de Albanese, que iba en cabeza en solitario, hacer hueco y aguantar con facilidad el empuje del gran grupo liderado por Sonny Colbrelli (Bahrain Merida). Tras el corredor italiano entró Gianni Moscon (Sky), que el día anterior se había impuesto en el Giro de la Toscana.

Ser trata del primer triunfo de Juanjo Lobato en 2018. No levantaba los brazos desde la temporada pasada, cuando ganó una etapa en el Tour de l’Ain. Una victoria en un sprint en cuesta donde demostró ser el más fuerte de todos los velocistas.

El gaditano reconoció ante las cámaras de Eurosport que «este año ha sido muy difícil para mí, demasiado lío. Esta victoria es aún más bonita, más importante para mí y para mi mentalidad de cara al año próximo».

El vencedor apuntó que vio el accidente de Albanese, pero iba por el lado contrario y pudo librarlo sin mayor dificultad. «He visto que ha caído a 400 metros de meta, lo he visto caer pero he podido salir por la derecha y he logrado ganar», explicó.

Entre los vascos, Josu Zabala (Caja Rural) fue el mejor, al ser 54º, mientras que Mikel Landa (Movistar) no pudo acabar la carrera. El alavés ya había renunciado el día anterior al Mundial de Innsbruck.

Ion Izagirre, «ilusionado»

Precisamente «ilusionado» se mostró ayer Ion Izagirre (Bahrain Merida) por correr en el Mundial, así como por su próxima etapa como corredor del Astana a partir de 2019.

«El Mundial me hace ilusión. Ya hemos visto cómo está Valverde, aunque los últimos días de la Vuelta quizá no estuvo fino. No puedes estar a tope durante las tres semanas. Yo creo que con una buena recuperación estará a tope para el Mundial», señaló el de Ormaiztegi, que después del Mundial competirá en el Giro de Lombardía.

Y sobre su fichaje por el Astana, señaló que «la verdad es que no tengo nada mal que decir del equipo actual. Las dos partes hemos estado a gusto. Hemos decidido cambiar y comenzar una nueva etapa con ilusión. Es un bloque bueno, que corre bien, que tiene mucha historia y en el que tenemos compañeros conocidos como Omar (Fraile), Pello (Bilbao), Luisle... No nos costará adaptarnos».