27 SET. 2018 NUEVA MUERTE POR LA VIOLENCIA MACHISTA Maguette Mbeugou había alertado dos veces del maltrato que sufría En diciembre de 2017 Maguette Mbeugou, muerta a cuchilladas por su marido anteayer en Bilbo, interpuso una denuncia ante la Policía Municipal pero no se estableció ninguna medida de protección. Más recientemente, también acudió a su médico, que alertó de la situación. Tras este crimen vuelven a aflorar críticas por falta de prevención. Última actualización: 27 SET. 2018 - 05:52h Iraia OIARZABAL DONOSTIA Maguette Mbeugou, la joven de 25 años muerta a cuchilladas a manos de su marido en Bilbo, había alertado sobre su situación en busca de protección en dos ocasiones. La primera vez lo hizo en diciembre de 2017, cuanto interpuso una denuncia en la Policía Municipal, según confirmó a GARA el Departamento de Seguridad del Gobierno de Lakua. Su agresor, de 38 años y padre de sus dos hijas, fue absuelto esa primera vez. La víctima acudió asimismo, al parecer en fechas posteriores, a su médico, que puso en marcha los trámites para atenderla tal y cómo ella misma reveló ayer a través de su cuenta de Twitter: «Mi paciente ha sido asesinada por su pareja. Cuando he oído la noticia he pensado en ella y he confirmado que sí, era ella. Nos pidió ayuda. Ya estaba todo en curso, pero no hemos logrado protegerla. No hemos sido eficaces. No puedo olvidar la última consulta», relató. En repulsa por este crimen machista tuvieron lugar ayer diversas movilizaciones. Por la mañana una concentración a la que acudieron representantes institucionales y miembros de la comunidad africana de Bilbo denunció la muerte. El alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, y la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, declinaron hacer declaraciones sobre la denuncia interpuesta por la joven. Aburto se limitó a «expresar el dolor de Bilbao y nada más», aunque previamente había dicho que «las mujeres de Bilbao y en Bilbao tienen que sentirse protegidas si fuera necesario». Quien sí mostró su preocupación por cómo han transcurrido los hechos fue la comunidad africana. En concreto criticó que la joven no tuviera protección después de haber interpuesto una denuncia por maltrato ante la Policía Municipal. Al término de la concentración, la representante de la asociación de mujeres africanas Marie Lucia Monsheneke afirmó que, «sin acusar a nadie, cuando una mujer africana con todo el peso cultural que tiene hace el esfuerzo de sobresaltar todas las puertas y se atreve a denunciar, hay que tomarlo en cuenta». Por la tarde, una manifestación convocada por el movimiento feminista recorrió las calles de Bilbo. También hubo movilizaciones en Gasteiz, Donostia e Iruñea. A lo largo del día se sucedieron los mensajes sobre la importancia de las medidas de prevención y acompañamiento a las víctimas. En una entrevista concedida a Radio Euskadi, la abogada Juana Balmaseda indicaba que «la seguridad de la víctima no queda garantizada con la denuncia» puesto que los juzgados tienen que analizar el hecho denunciado y las circunstancias que rodean al caso. «A veces fallan las herramientas para detectar con suficiente antelación el nivel de riesgo que muchas víctimas presentan», reconoció. Tutela de las hijas Las dos hijas de la pareja, que presenciaron cómo su madre era acuchillada, han sido acogidas por la Diputación de Bizkaia. La institución foral tenía previsto reunirse ayer con el hermano del padre, residente en Bilbo, y con el hermano de la madre, que se trasladó a la capital vizcaina desde Francia, para decidir la tutela de las niñas. Entretanto, el presunto autor del crimen permanecía ayer en dependencias de la Ertzaintza tras haber sido detenido el martes Mutriku. Asimismo, la Policía autonómica encontró ayer en un contenedor de basura de la zona de Ollerías de Bilbo, donde se produjeron los hechos, un cuchillo que podría ser el arma con el que mató a Maguette. Hoy se procederá a la autopsia de la joven y el caso será remitido a un juzgado de violencia de género de Bilbo, según informó ayer la Ertzaintza. JURISTAS Expertas juristas exigieron ayer que se pongan en marcha equipos forenses especializados en violencia machista para evaluar el nivel de riesgo al que están expuestas las víctimas.