«Anna van der Breggen lo está dando todo para el Mundial, dejó de ir al Giro y corrió la Emakumeen Bira para prepararlo bien». Eran las sensaciones de la corredora Ane Santesteban a este diario en la previa del Mundial en línea de Innsbruck. Y ni la oreretarra ni la neerlandesa fallaron, una en sus predicciones y la otra en su ejecución.

Van der Breggen añadió ayer el oro mundial al olímpico que consiguió en Río de Janeiro en 2016, con una impresionante exhibición. El triunfo de la ciclista, plata también en la crono del pasado martes y en línea en Richmond 2015, fue espectacular e inapelable, como demuestran las grandes diferencias que logró en meta sobre el resto.

Y es que la segunda clasificada, la australiana Amanda Spraat –ganadora de la Bira y 3ª clasificada del Giro–, llegó a 3 minutos y 42 segundos de la vencedora; y la italiana Tatiana Guderzo, medalla de bronce, cruzó la línea de meta a 5:26.

La carrera estuvo marcada por la dura subida a Gnadenwald (situada esta vez a unos 90 kilómetros de meta, seleccionando ya el grupo de favoritas con poco más de una veintena de corredoras, entre las que estaban Ane Santesteban y Eider Merino) y las tres vueltas al circuito olímpico, con la subida a Igls. En la primera de ellas, la reacción a un movimiento de la americana Coryn Rivera acabó formando un grupo junto a Van Dijk, Pirrone, Spratt, Fahlin y Jasinska que fue determinante.

Y es que la selección neerlandesa, sobre la que estaban puestas todas las miradas, puso una marcha más en la segunda subida a Igls. Annemiek van Vleuten venía también con la vitola de favorita pero había gastado fuerzas en una caída previa y su esfuerzo dio paso al salto de Van der Breggen. Su descaro no solo dio alcance al grupo de cabeza, sino que las superó, llevándose momentáneamente a su rueda a la australiana Amanda Spratt, aunque la neerlandesa no tardó en marcharse en solitario.

Al empezar la última vuelta, Van der Breggen ya pasaba por meta con más de un minuto sobre Spratt, con más de tres sobre un trío con Rivera, Fahlin y Jasinska, y 4:23 sobre el pelotón con Santesteban y Merino, que se tuvieron que conformar con luchar por los puestos de honor mientras Van der Breggen siguió su exhibición hasta colgarse el oro y el maillot arco iris.

Muchos gallos en el masculino

La prueba masculina se disputa hoy –265 kms y un desnivel de 4.670 metros–en uno de los circuitos más duros de la historia, el décimo según la propia UCI, con una participación excelsa en la que sobresalen Alejandro Valverde –busca su primer oro tras acumular dos platas y cuatro bronces–, secundado por el guipuzcoano Ion Izagirre, los franceses Julian Alaphilippe y Thibaut Pinot, el neerlandés Tom Dumoulin, el esloveno Primoz Roglic, los gemelos británicos Simon y Adam Yates o los colombianos Nairo Quintana, Miguel Ángel “Superman” López y Sergio Henao.

La pared de Gramartboden podría ser decisiva: un muro de 2.800 metros al 11,5% de desnivel y rampas de hasta el 28 en el que es probable que se juegue la carrera porque la meta está poco después de su descenso.

Sagan renueva con Bora... ¿antes del 4º?

El triple campeón del mundo Peter Sagan, hasta que arranque la prueba en ruta de hoy portador del maillot arco iris, ha renovado con el Bora-Hansgrohe hasta el año 2021. El equipo alemán se congratuló de seguir contando con «la estrella del ciclismo» actual y de que el eslovaco se «sienta como en casa». Sagan se mostró «encantado» con su continuidad, «una decisión sencilla» para él. «He disfrutado dos años notables con este equipo y no me gustaría mudarme de un lugar que me haya dado tanto apoyo y confianza, incluso en los momentos más difíciles. Confío en que los próximos años sean tan satisfactorios como los primeros dos», añadió.

Bora-Hansgrohe amplió también hasta 2021 los contratos de Juraj Sagan, el hermano de Peter, del polaco Maciej Bodnar, del italiano Daniel Oss y del alemán Marcus Burghardt

¿Será capaz ahora Sagan de lograr su cuarto maillot arco iris seguido? El recorrido, con ochos subidas de entidad y una tremenda al final, puede resultar demasiado exigente. Aunque con el eslovaco todo es posible.GARA