Ainara Lertxundi
Periodista
IKUSMIRA

Heridas invisibles de una ocupación que se alarga

El viernes, otros siete palestinos murieron en las protestas que cada viernes reclaman el derecho a la tierra y el regreso de los exiliados. Dos de ellos eran menores de edad, de 14 y 12 años. Otra vez la muerte sobre la Franja de Gaza y sus habitantes.

Además de las pérdidas humanas y de la destrucción física de la Franja, tres guerras en solo diez años han causado múltiples heridas invisibles, pero no por ello menos dolorosas. Expertos han alertado del aumento de las discapacidades auditivas entre los más jóvenes debido a su exposición al ruido de las bombas.

Yamen Abu Jame, de diez años, perdió la audición en uno de sus oídos durante la ofensiva de 2014. Él y su familia vivían en Khan Younis cuando entraron los tanques israelíes. Ala Zaqout, de 13, fue diagnosticada con pérdida auditiva en sus dos oídos tras la guerra de 2008-09. Su vivienda, en el norte de Rafah, fue bombardeada. El ruido de la explosión la dejó sin poder oír. Muy pocos se pueden permitir audífonos en la empobrecida y bloqueada Gaza.

La ONG El-Amal Rehabilitation Society ofrece desde 1991 ayuda y educación a estas personas que en su día a día deben afrontar el estigma de su discapacidad, la discriminación, la falta de recursos y oportunidades laborales una vez entren en la etapa adulta.

Otra dimensión de la ocupación y de la guerra que no dan tregua a los palestinos. Realidades a las cuales jóvenes escritores gazatíes tratan de poner voz a través de We are not numbers, un proyecto con el que desean sortear la ceguera y sordera del tablero geopolítico internacional.