El consejero de Salud, Jon Darpón, reconoció ayer que no está orgulloso de como se ha desarrollado la Oferta Pública de Empleo de Osakidetza, aunque advirtió de que el Ejecutivo de Gasteiz no «presupone» la existencia de un delito en el proceso selectivo, marcado por la supuesta filtración de exámenes.

Darpón compareció durante más de tres horas y media ante la Comisión de Salud del Parlamento autonómico, donde presentó las conclusiones de la investigación interna realizada por Osakidetza, que ha analizado las 86 categorías de la OPE.

Tras revisar los resultados de los exámenes y el análisis sicométrico realizado por la Universidad de Oviedo, así como los datos remitidos por los sindicatos, el Servicio Vasco de Salud ha establecido que solo repetirán las dos pruebas de Angiología y Cirugía Vascular, los dos ejercicios de Anestesia, y el segundo examen de Cardiología, lo que afectará a 316 personas.

Además, el Consejo de Administración de Osakidetza ha decidido rechazar los recursos de alzada presentados por 116 opositores y por LAB y ESK. Estas centrales solicitaban que se suspenda la repetición de los exámenes, que podrían realizarse antes de que finalice el año.

En estas pruebas se aplicarán las medidas propuestas por la Comisión de Seguimiento de la OPE, que propone dejar en manos del IVAP la realización de los exámenes que, en el caso de las pruebas prácticas, serán tipo test. Y plantea que la corrección sea automática y anónima. El mes que viene Darpón volverá a comparecer ante la Cámara para presentar nuevas medidas de «mejora y garantías» para las próximas OPE.

Falta de transparencia

Las explicaciones de Darpón fueron criticadas por los grupos de la oposición, que censuraron la falta de trasparencia. Rebeka Ubera, de EH Bildu, denunció el «ocultismo» de los responsables de Osakidetza y acusó al Departamento de Salud de «negar lo sucedido hasta el punto de creerse sus propias mentiras».

Desde Elkarrekin Podemos, Cristina Macazaga reclamó el cese del consejero, y alertó de que «la suma de indicios es suficiente para entender probado un hecho y para desvirtuar la presunción de inocencia».

Laura Garrido, del PP, también reclamó que se depuren responsabilidades para evitar una «sensación de impunidad».

ELA y LAB exigen la dimisión del consejero y reclaman una investigación rigurosa

Los sindicatos ELA y LAB se concentraron ayer frente al Parlamento de Gasteiz para reclamar el cese del consejero de Salud, Jon Darpón, y solicitar una investigación rigurosa de lo ocurrido en la OPE de Osakidetza.

En un comunicado, ELA destacó que la investigación interna de Osakidetza ha finalizado «sin que se señale ningún responsable y sin que se admita que ha habido filtraciones e irregularidades, tal como se deduce de los clarísimos indicios existentes». «La investigación se ha limitado a sacar una serie de datos estadísticos y ha dejado en manos de los tribunales calificadores la decisión de repetir o no los exámenes», añadió tras incidir en que no se han tenido en cuenta los testimonios de los denunciantes. A su juicio, esto demuestra que «no existe voluntad de terminar con el sistema corrupto existente en la selección y contratación de médicos especialistas».

Por su parte, el sindicato LAB hizo público este martes un análisis sobre el informe sicométrico elaborado por los expertos de la Universidad e Oviedo. La central abertzale sostiene que «si analizamos todos los datos que hay sobre la mesa, informe sicométrico, denuncias de opositores y opositoras, de sindicatos, de miembros de tribunales, las actas de los mismos y la actitud de oscurantismo que Osakidetza ha mantenido, podemos decir claramente que no se ha realizado una investigación decente».

En opinión de LAB, «encargar un estudio sicométrico que no está dirigido a determinar filtraciones fue un paso más encaminado a diluir lo sucedido, pero ni siquiera dicho estudio ha logrado diluir las situaciones más anómalas». Ante esta situación, exige que se revisen todos los exámenes y sus coincidencias por centros de trabajo para determinar si existe filtración. I.S.