Concurso

Esto se va poniendo difícil de controlar. Zipi y Zape han decidido entrar en concurso de idioteces y no paran. Esa adicción que tienen a dar cada día un titular como mínimo, les lleva a sobreactuar de tal manera que cualquier día amanecen en la cama con Berlusconi. No sé porque me parece que comparten más de una adicción y peluquero. Hoy creo que el más desmadrado, el que tiene el comité de idiotas asesores más entrenado y que le proporcionan las imbecilidades más grandes es Zipi Casado. A los puntos y comas va ganando. 

No se le puede dejar tener intervenciones de fin de semana en territorio sureño porque se desborda. Por allí andan todos a la pesca de votos perdidos porque hay convocadas elecciones. Y Casado, como es la gloria bendita de la incapacidad intelectual, como demuestra en cada rueda de prensa que debería volver a cursar la EGB, con ese tono habitual que le caracteriza como un rostro de cemento deshabitado de materia gris pensante, suelta la gran mentira, la barbaridad supina, el retorno a la hispanidad más franquista y ultra nacionalista asegurando que el encontronazo con los habitantes de las américas, para él, el descubrimiento, «es el hito más importante del hombre».

Estaba de subidón y concluyó que era más importante incluso que la romanización. Y añado yo, que el fuego, la rueda y hasta de la quinoa. Lo grave de este individuo es que no tiene emociones y, como su gemelo Zape, dice las cosas sin alterar su mirada perdida, su sonrisa sospechosa y su mueca de banalidad. El concurso está en pleno desarrollo. Mientras tanto miramos atónitos a las elecciones parciales alemanas con resultados que consolidan las tendencias hacia la ultra derecha y advertimos de una inminente desgracia en Brasil de consecuencias nefastas para toda la zona. Y está fuera de concurso.